Buscar
sábado, 04 de mayo de 2024 13:06h.

Paqui Rivero (IC) afirma que con Gallardón estamos volviendo a los tiempos del peor franquismo


Paqui Rivero, responsable de la Secretaría Nacional de la Mujer de Intersindical Canaria, valoró en LA TRAPERA de SAN BORONDÓN la involución a la que Alberto Ruiz Gallardón, ministro de Justicia, quiere llevar el aborto en España y afirma que desde que comenzó la legislatura lo que ha hecho es lanzar una provocación detrás de otra sobre todo lo que tiene que ver con la Ley de salud sexual y reproductiva, simples mecanismos para hacerse destacar entre los sectores más conservadores del país aprovechando el actual contexto sociopolítico.

Además de atentar contra derechos fundamentales de las mujeres, se trata de una propuesta tremendamente cruel e intolerante porque condena a muchas personas a llevar una  vida indigna

SB-Noticias.- Paqui Rivero, responsable de la Secretaría Nacional de la Mujer de Intersindical Canaria, valoró en La Trapera la involución a la que Alberto Ruiz Gallardón, ministro de Justicia, quiere llevar el aborto en España y afirma que desde que comenzó la legislatura lo que ha hecho es lanzar una provocación detrás de otra sobre todo lo que tiene que ver con la Ley de salud sexual y reproductiva, simples mecanismos para hacerse destacar entre los sectores más conservadores del país aprovechando el actual contexto sociopolítico.

Para Rivero, las propuestas de Gallardón son una vuelta de tuerca a la ya de por sí involución en materia de salud sexual y reproductiva, porque si bien desde que accedió al Ministerio de Justicia anunció el retorno a la Ley de supuestos a la hora de abortar, pero su anuncio de que las malformaciones fetales no harán posible la interrupción del embarazo incluso va más allá del peor escenario previsto, porque supone ir a un periodo de tiempo tan atrás como la dictadura franquista.

Desde su punto de vista, es inconcebible que se plantee si quiera, mucho menos hacerlo Ley como quiere el ministro, que la existencia de una malformación en un feto no conlleve la posibilidad de abortar, por lo que afirma que se trata de una postura totalmente inadmisible y un atentado en toda regla contra el derecho legítimo de la mujer a decidir sobre la maternidad, porque al fin y al cabo niega la mayoría de edad de la mujer para inmiscuirse en el fuero más íntimo de cada mujer y de cada familia que se ve en una tesitura de tales características.

Insiste en que se trata de una regresión en primer lugar para el derecho de la mujer, a quien no se le deja decidir libremente, pero también es una regresión social porque obliga a muchas familias a afrontar la vida de un niño que nacerá con graves problemas físicos o con enfermedades que no harán que goce de una vida digna, al mismo tiempo que se tratará de una Ley que genere en el país un grave problema de salud pública, del mismo modo que ocurría en los años sesenta y setenta en España porque lo que quiere imponer Gallardón, si saca adelante esta contrarreforma de la Legislación actual, nos devuelve a tiempos del franquismo porque las mujeres no van a dejar de abortar, pero lo harán poniendo en riesgo su vida porque se verán abocadas a interrumpir el embarazo en condiciones de absoluta inseguridad, tanto jurídica como sanitaria.

Paqui Rivero dijo que además de atentar contra derechos fundamentales de las mujeres, se trata de una propuesta tremendamente cruel e intolerante porque condena a muchas personas a llevar una  vida indigna y que se traigan al mundo seres no deseados, lo que se traducirá en una condena a unas personas a un sufrimiento perpetuo.

Desde que Gallardón anunciara la supresión de este supuesto en su contrarreforma legal del aborto, han aflorado miles de testimonios de profesionales de la salud, familias y personas que sufren en sus carnes las consecuencias de este tipo de legislación ultraconservadora para aconsejar al ministro que no siga adelante porque se trata de condenar al sufrimiento y a una vida inhumana a miles de personas, bien sean padres o niños afectados por enfermedades incurables o malformaciones físicas irreparables.

Para la sindicalista, Gallardón se ha destapado como una persona cruel e inhumana, capaz de insuflar sufrimiento y dolor a familias y personas con tal de agradar a los sectores más radicales de la derecha española, herederos del franquismo.