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viernes, 26 de abril de 2024 03:37h.

No se bajan del burro hasta que el burro se caiga - por Isidro Santana León

 

FRASE ISIDRO

No se bajan del burro hasta que el burro se caiga - por Isidro Santana León *

Hace años que vengo advirtiendo sobre la fragilidad de la economía canaria e instando a su diversificación, pero los políticos de todos los colores que han pasado por los gobiernos en esta colonia, siguen apostando por el mismo modelo de monocultivo como si éste fuese la única forma de productividad posible en Canarias. En la tragedia sanitaria y económica que nos encontramos, con la pandemia del Coronavirus, continúan estos políticos palanquines hablando y apostando por la recuperación del turismo –viendo espejismos– cuando este sector ya se ha quebrado porque los británicos no enviarán más turismo a Las islas y porque la recesión mundial –que no será tan pasajera– empobrecerá a la gente, la que no se moverá de sus países porque sus prioridades son otras como sobrevivir.

No sé si estos politicastros esbirros de la metrópoli son analfabetos funcionales o le están mintiendo a la gente sobre la dura crisis que se avecina.

He escrito lo indecible por ver si toman conciencia de la imperiosa necesidad de diversificar los sectores productivos, así como hacer públicos los sectores estratégicos, pero continúa la casta esbirril pidiendo dinero para carreteras, a fin de seguir especulando con el territorio, enriqueciéndose ellos y dejando al pueblo vendido a las adversidades –como la que nos atenaza ahora–, pues, está claro que la misión de todos los gobiernos que han pasado por esta colonia es cebar a minorías fácticas y, en consecuencia, recibir contraprestaciones. Es axioma que a este pueblo lo han acostumbrado al hedonismo y aniquilado en la alienación, pues, las grandes inversiones y dilapidación del dinero público se ha destinado a carnavales, consumismo, infraestructuras para el ocio, exhibiciones de culturas foráneas, fútbol… e inocularle que a los turistas hay que besarles los pies, mientras que, con el cuento de la crisis financiera del 2008, privatizaron gran parte de la sanidad pública, recortaron en educación y redujeron drásticamente la I+D+I donde, además, tanto cerebro canario ha tenido que salir a trabajar a otros países, entre ellos muchos médicos, personal sanitario, ingenieros… porque los políticos de esta colonia no le dan respuesta sino a lo trivial e innecesario que sí potencian por intereses partidistas y propagandistas.

¿Y ahora qué? Aún no han tomado nota de que no se puede depender en exclusivo de monocultivos endebles como el turismo (que, incluso no pagan sus rentas en Canarias, sino en sus sedes fuera de ellas, quedando aquí lo irrisorio como son los sueldos de la servidumbre) dejando a gran parte del pueblo canario vendido al destino de la miseria absoluta: son unos genios, sobre manera, para enriquecerse de la política a la vez que te infunden, estos sofistas, que están ahí para defender los intereses del pueblo.

No soy ingeniero ni hombre de universidad, pero sí un librepensador que no me dejo arrastrar por el proselitismo de los mandarines; por el contrario, sí cuento con mucha intuición y formación empírica, autodidacta, ya que no me llevo por conceptos aprendidos y que se van copiando para dejarlos como verdades absolutas. Sin embargo, siempre tengo la costumbre de contrastar información para que no me endosen dogmas, y en el caso de la diversificación de la economía he consultado el buen hacer de la ingeniería de otros países –con menos potencialidades que Canarias– que en materia de usos de las energías limpias desalan agua que destinan a la agricultura, ganadería… con unos resultados encomiables.

Empero, cuando los intereses rapiñeros prevalecen sobre los de la población (claro está que no van a cambiar el modelo económico y productivo, hasta que nuestra gente se levante contra esta pléyade mafiosa), aunque abatan, si es necesario, a toda la gente humilde e inconsciente que tienen a diario aplaudiendo en las ventanas, pero que no exigen abastecer a los profesionales de la medicina con el material imprescindible para hacer su trabajo en óptimas condiciones.

Me da asco oír a los políticos palanquines del sistema, infundir a la gente que no le hagan caso a lo que se publica en redes sociales y que sólo confirmen las oficiales –como si éstas fueran la panacea o ejemplo de la información veraz–, cuando ellos también usan las redes sociales, sobre todo los periódicos alternativos, como “La casa de mi tía”, “Canarias semanal”, “Canarias 24 horas”, “El Canario org” y otros tantos periódicos que desmienten la desinformación oficial o publican lo que los medios oficialistas esconden porque pertenecen a empresas cómplices del estatus establecido.

Sí, me da repudio la indecencia de estos politicastros palanquines, pues, no tienen de sobra con el púlpito que les brinda las televisiones y prensas del Sistema –medios a los que pagan con dinero público para que le publiquen sus mentiras– sino que se aprovechan también de la pluralidad de los periódicos alternativos –que están en las redes sociales– para soltar sus soflamas y sofismas, sabedores ellos de que la línea editorial de estos periódicos y sus articulistas expresan la cara opuesta de las falsedades que editan en las prensas amarillas y colaboracionistas.

Me veo en la obligación de comentar el declive y posible cierre, por falta de medios para seguir operando, de la revista “La casa de mi tía” –no sé en qué condiciones se encuentran los demás periódicos alternativos–, dado que esta revista la edita solo un señor, sin medios económicos y con total abnegación, por lo que, inexcusablemente y por principios, recurre a las donaciones voluntarias para que no caiga dicho medio, temiéndome que los que contribuyen con las donaciones –si las hay– son las personas de menos poder adquisitivo.

No sé lo que aporta cada uno, eso es anónimo, pero en esta digna revista publica gente rica o que se han enriquecido con la política porque llevan toda la vida en ella, como es Antonio Morales –Presidente del Cabildo de Gran Canaria–, Román Rodríguez –Vicepresidente del Gobierno de Canarias– y algunos otros políticos que, como paracaidistas, caen en estos medios, donde les dejan en pelotas, intentando buscar un trapo con que taparse el culo. Ya que son ustedes hombres ricos y usan este y otros periódicos contestatarios, les insto a que colaboren con la revista, pero de su patrimonio personal –el dinero público sé que lo destinan a pagar medios oficialistas–, por lo menos para que sigan usando la mentira que ya otros nos encargaremos de desenmascarar.

He sido recurrente en la denuncia de la falta de autosuficiencia en Canarias, exhortando a la diversificación de la economía como estructura para romper con la dependencia del monocultivo turístico, lo que daría paso a una economía productiva, tanto para el bienestar de los trabajadores y las trabajadoras como para que el pueblo tenga la espalda cubierta ante cualquier adversidad, tal como la que se nos ha presentado de improviso.

Sin embargo, todos los politicastros que han mangoneado la colonia como mayordomos de la metrópoli, han hecho lo contrario, de lo correcto que le indicamos críticamente, los rebeldes que escribimos en estos dignos periódicos; el mal asunto, es que los esbirros no saben lo que es el fuego hasta que se están quemando y, aun así, pretenden que se chamusque el pueblo entero. Han privatizado ustedes la sanidad –no hay excusa, pues, está transferida a la colonia–, empezando por CC y quienes les han acompañado en el paseo fúnebre de Canarias. No sólo la concertaron con la privada, sino que, para mayor desfachatez, ponen a un león de guardián de una carnicería: nombraron Consejero de Sanidad del Gobierno de Canallas a José Manuel Baltar –antes gerente del grupo de clínicas San Roque– quien derivó más de 60% de las cirugías y otros servicios a su antigua empresa – Clínicas San Roque–, además de usar las infraestructuras públicas dentro del propio hospital Dr. Negrín.

Ahora, para la acuciante emergencia,  necesita el Gobierno de Canallas tirar del superávit que tienen apalancado en los bancos y por el que hay que pagar intereses, mas, humillados, mendicantes y serviles, le piden permiso al gobierno de la metrópoli para usarlo en material sanitario y paliar los efectos del Coronavirus sobre los profesionales, y la respuesta de sus amos es que sólo les deja gastar 300 millones de euros, cuando hay en stand by más de 2.000 millones de euros de los canarios.

No sé qué más tiene que pasar en esta colonia para que los esbirros cambien el modelo de dependencia por otro de autosuficiencia, pues, en poco veremos las consecuencias sociales de esta catástrofe.

Hay una caja fuerte que de llama RIC (Reserva para inversiones en Canarias) y las grandes empresas, menos en Canarias, la han invertido en especulación fuera de nuestra tierra. Mucho dinero hay en esa caja, capital que las grandes empresas no han pagado al fisco y le han permitido tenerla fuera de control, mientras los “taitas” de los canarios pagamos el gasto público, que tampoco vemos transformado ni revertido en nuestra sociedad. Si aquí, en esta colonia, tuviéramos gobiernos como el vasco o catalán, esa RIC ya hubiera estado invertida en I+D+I, diversificado los sectores, creado industria acorde a nuestras particularidades, generando consumo interior y de exportación.

Canarias puede, Canarias tiene, Canarias podría ser un país desarrollado y próspero para, además, poder cooperar con otros países necesitados de nuestro entorno. Sin embargo, por mor de los esbirros y de la ignorancia de la mayoría del pueblo canario, somos un país más que subdesarrollado: somos la casa de putas de España y de Europa porque los esbirros prefieren ser palanganeros que hombres de Estado.

 

 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Isidro Santana León

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