Abeque califica como preocupante la postura de Miguel Ángel Rodríguez Sosa sobre su negativa de controlar las poblaciones de cabras silvestres mediante disparos si fuese necesario.
La escena es impactante, un pequeño grupo de cabras asilvestradas ha arrasado un importante reducto de flora endémica en el camino de montaña Tafada al faro de Anaga. Un buen número de floraciones de tajinastes blancos o arreboles (Echium simplex) y góngaros de Anaga (Aeonium cuneatum), ambas especies exclusivas de Tenerife y con poblaciones restringidas, han sido devoradas por las cabras. Prácticamente no hay plantas con flores al borde del camino, privando al visitante de uno de los espectáculos naturales más hermosos de la isla. Las cabras también están empezando a crear problemas a los vecinos de Roque Bermejo, al penetrar en sus cultivos.
Alertan del riesgo de las especies invasoras para la flora y fauna de las Islas. Wolfredo Wilpret encabeza la lista de firmas de autoridades científicas que respaldan el sacrificio de las cabras asilvestradas mediante disparos de escopeta cuando no se puedan eliminar por otros métodos.
Sí se puede considera que “deben ponerse todos los medios para evitar que las cabras asilvestradas destruyan la biodiversidad de Canarias” y reconoce en las medidas que ha adoptado la consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria “un valor a la hora de afrontar el asunto que no se aprecia en todas las administraciones públicas”. Así lo destaca el portavoz de Sí se puede en materia medioambiental, José María Fernández-Palacios, catedrático de Ecología de la Universidad de La Laguna.