Clavijo, el genuflexo, gozando en Londres

El pícaro Paulino podía esconderse en su comprobada ignorancia, aunque no escapara. Pero Clavijo el genuflexo, no. Con su brillante título, así sea de manual friedmaniano, de economista, no puede decir que no sabe que su presencia en la World Travel Market no sirve para vender una sola plaza turística para Canarias. Bien, el hombre está en Londres. Quien lo vería, si la Isabel II le concediera una audiencia, tirándose al suelo, a los soberanos pies.

Paulino quiere despedirse de sus desastrosa gestión presidencial, haciendo lo que ha hecho durante estos ocho años; pegándose unos viajes fantásticos. Y lo hace en grande, a los USA, con su paje para todo, Javier y su séquito.

Todo el turismo mundial está pendiente, para decidir sobre sus vacaciones, de la trascendental presencia de Paulino en la World Trade Market. Ya saben ustedes que si Paulino no se mete el viajito con su séquito de hombre de estado, en primera, con hoteles y cichipandas de lujo, la feria de turismo sería un fracaso.

Se conoce que Paulino tiene ganas de mandarse un couscous o una pastela, y ahora se manda un viajito a Marruecos, según nos cuentan en CANARIAS 7

Me ha encantado escuchar las diferentes versiones para justificar los viajitos de lujo de Paulino. Esta vez, a Andalucía. Hay quien dice que tiene que celebrar una importante reución de estado con Susana Díaz, en la que Paulino felicitará a la presidenta andaluza, por unirse a las iniciativas propuestas por él mismo. Y otras versiones hablan del decisivo apoyo que la presencia de Paulino significará para los equipos canarios que compiten en Málaga.

¿Quién es ese elegantísimo, orondo y gran caballero?, ¿De quién es ese palacio, orgullo del pueblo entero? Cuánto juego da la letra de la Polca Frutera sabandeña, que parece, en verdad inspirada, además de en los intermediarios, en el ínclito Paulino. Esta vez, el presidente del quince por ciento de los canarios y las canarias, viaja, con el resultado previsible, nulo, como de costumbre, a Bruselas. En primera y de lujo, faltaría más.