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martes, 14 de mayo de 2024 16:50h.
madrugada
Firmas

Cuando la iglesia manchó de sangre la madrugada - por Francisco González Tejera

El viejo cura del pueblo, en el Valle de las palmeras, los esperaba en la puerta de la parroquia, los recibió sonriente, dando la bendición, a los cuatro señores que venían en el lujoso coche de Eufemiano. Conversaron un rato en la puerta sobre las novedades en el obispado, el nombramiento de nuevos sacerdotes para la zona centro de la isla, el tiempo caluroso que hacía en el aquel junio del 36.

Firmas

La madrugada tenía olor a salitre cuando se los llevaban - por Francisco Gonzalez Tejera

Esa noche se tuvieron que meter rápido en las literas de madera del campo de concentración de Gando, los “cabos de vara” pegaban más que nunca, como siempre, cumpliendo órdenes del sanguinario teniente Lázaro. Los hombres corrieron como pudieron convertidos en sacos de huesos por la mala comida con chinches, la ausencia casi total de agua para beber, la escasa higiene de una ducha masiva y breve por semana.
Sociedad

La humillación a quien pasa necesidades; colas de madrugada

La insensibilidad oficial es útil colaboradora de la ofensiva ultraliberal de acoso a la gente sin dinero. Yazmina Rozas, en DIARIO DE AVISOS, nos explica como siguen, esta vez en la Unidad de Trabajo Social de Barranco Grande, los maltratos a la gente que tiene que pedir ayuda. Ya nos lo ha contado, en otras ocasiones, la Plataforma por la Dignidad, en casos similares. O, en LA PROVINCIA, que denunciaba en julio las colas en el regsitro Civil.