Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista señala y comenta este artículo de Alexis Romero en PÚBLICO, sobre la incomprensible dilación en resolver un problema gravísimo, que tiene fácil salida. Yo, Chema Tante, acuso al PsoE de pasividad culpable en la brega. Lo que está haciendo ahora, tomar las medidas legales que permitan regularizar las altas instancias judiciales y el Consejo General, es algo que es tan posible hacerlo ahora, como hace tres años. Con su complicidad, el PsoE ha permitido la actual impunidad de gozan las y los integrantes de esa banda organizada para el saqueo que se llama -mal llamado- parti populare. Esta chusma, de popular no tiene nada. Pero el PsoE tampoco tiene nada de socialista y obrero, asi qie eso es el estado español, el estado de la derecha, el estado de las falsedades.
PÚBLICO informa de esta triste noticia. Chile rechazó la libertad, la igualdad de género y la protección de la naturaleza que integraban el proyecto de nueva constitución. Chile ha preferido seguir con la Constitución de Pinochet. Y yo, Chema Tante, digo que otra vez, han ganado los poderosos reaccionarios que con la fuerza de su dinero han impuesto las falsedades y tergiversaciones. Una desgracia
Esther Palomera en EL DIARIO / Sato Díaz en PÚBLICO. El coherente veterano militante socialista Antonio Aguado señala estos dos certeros comentarios sobre los malos vientos que anuncian, para los partidos de gobierno en el estado español, los resultados de las elecciones andaluzas. Y yo, Chema Tante lo repito. Cuando la izquierda gobierna sin pensar en la gente que lo está pasando mal, que es mucha, la gente que lo está pasando mal, que también vota, busca soluciones en otra parte. Que en esa otra parte no están las soluciones, no es el problema, porque la gente que lo está pasando mal no lo sabe. Solamente sabe que lo está pasando mal y que con ese gobierno, que dice ser de izquierda, lo sigue pasando mal. Es que Sánchez y Díaz, y también Calviño, Escrivá,. Belarra o Garzón no se han enterado de que toda esa gente que han dejado atrás, a pesar de las promesas, también vota.