Firmas
En el mugrerío - por Carlos Ortiz de Zárate
La indignación de los ciudadanos no se agotó en el grito del 15 M. Ahora estamos estragados de indignidad y callamos por impotencia ante lo que nos toca vivir y ante lo que nos cuentan. Callamos porque estamos estragados. Yo mismo he caído en ese “silencio de los coderos”, pero me empuja el asco.