Yo, Chema Tante, creo que con el caso de José Luis Rodríguez Zapatero se comprueba perfectamente la férrea manera en que los poderes económicos mantienen el control sobre los gobiernos, con indiferencia de las inclinaciones ideológicas de quien gobierne. Zapatero hizo la política que pudo hacer, pero le obligaron a hacer otra que no quería hacer, como se está comprobando ahora con sus actuaciones. El hombre va a dónde tenga que ir para defender la democracia. Y lo demuestra en esta entrevista que le hacen en PÚBLICO Ana Pardo de Vera y Alejandro Torrús y que recomienda el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado.

Somos bastantes, lamentablemente, parece que no mayoría, quienes sentimos vergüenza ajena por la miseria, la manipulación y la intolerancia desatadas por lo que es un terrible asesinato de un niño, pero que se utiliza de la manera más repugnante. Alejandro Floría Cortés señala este agudo comentario al respecto, que publica Jorge Armesto en EL SALTO

Como es su costumbre, Padylla describe nítidamente la realidad de las mañas dek genuflexo Calvijo, en LA OPINIÓN y LA PROVINCIA

Josep Toló recomienda y comenta este breve pero enjundioso texrto de Santiago Niño Becerra, en LA CARTA DE LA BOLSA, comentando la reunión del G20. El cónclave de sátrapas mundiales, que hablan de reactivación económica, y, al mismo tiempo, advierten de las tribulaciones que vienen. Toda una operación de comunicaciones quen solamente bsuca ir preparando a la gente para el nuevo en¡mbate neoliberal, en su estrategia de dominación. 

Creo que el trabajo de Cristina Armunia Berges que publica EL DIARIO y que recomienda Antonio Aguado tiene dos caras, por una parte, analiza el valor de la publicación de imágenes de guerras y violencias para conmover a la gente y llevarla a tomar conciencia sobre el drama; y, por la otra, contribuye directamente a ese mismo propósito. Desde luego, es preciso influir en la opinión general sobre las terribles dimensiones de la catástrofe -no natural, sino provocada por la codicia capitalista- que suponen los conflictos en Oriente Medio. El drama de las personas refugiadas y el de las que no han huido y reciben el impacto directo de la violencia. Todos esos dramas que podrían y deben ser aliviados y eliminados, simplemente, cerrando la violencia. No con más violencia, sino cortando suministros, ayudas y apoyos al integrismo y actuando de manera humanitaria. Y, desde luego, acogiendo a las personas refugiadas, respetando el derecho que tienen al asilo y amparo. Aunque también diré que estas imágenes impresionan a las personas normales, las de buen corazón, pero en absoluto lo hacen con los crueles gobiernos, a los que hay que presionar para que abandonen su cerril actitud en este sensible asunto.

Otro acierto de Padylla, consagrado maestro en el humor negro, solidario y comprometido. No es fácil reflejar con mayor claridad la hipocresía oficial de los crueles gobiernos de la Unión Europea y los estados miembros, que lo hace esta viñeta en LA OPINIÓN y LA PROVINCIA. Olvidada ya la tragedia de Aylan Kurdi, ignoradas las muertes de tanta niña y tanto niño y el sufrimiento de las víctimas refugiadas de toda edad, afloran las lágrimas de cocodrilo por la imagen de Omrán, el nilo de Alepo.

Niño Becerra hace esta provocadora afirmación en EL ECONOMISTA, que destaca mi amiga invisible Colometa. Pero a Niño se le queda no sé yo dónde, un elemento esencial. Dice el insigne economista que, con el actual mecanismo, las pensiones no serán sostenibles, y que es imposible que se financien con impuestos, porque no se puede pedir mayor carga fiscal. Ahí es donde falla el argumento de Niño. Porque a las clases medias -no digamos las bajas- no se puede meter más impuestos. Pero es que donde hay que hacerlo es en las clases altas, las grandes empresas y fortunas. La parte minoritaria de la población que represa la mayor parte de la riqueza y a la que el neoliberalismo favorece con la tolerancia en tributos.

El grupo de gobierno capitalino tiene ante sí la oportunidad de demostrar cual es su forma de proceder