Francisco Morote, de Attac Canarias recomienda este excelente texto de Oswaldo Espinoza en ALAI y TABLERO MUNDIAL, sobre la manera en que los países que se consideran a sí mismos los más civilizados, los más democráticos "lo mas en todo", ejercen el negacionismo, el "ninguneo" frente a dramas humanos de tremenda entidad. Y yo, Chema Tante, tengo que incidir sobre el hecho de que la gran mayoría de estos dramas no son accidentes fortuitos, sino el efecto de la opresión, la dominación, el neocolonialismo y la rapiña. El conflicto reavivado en el Sáhara no es una simple pugna entre estados, que también debería solventarse en paz. Se trata de mun caso de invasión de un estado por otro, ilegal y belicista. Y, como dice Espinoza, lo del Sáhara, como lo de Palestina o Yemen y demás similares, estas situaciones de violencia, no son tragedias humanas, sino agresiones. Y es preciso que el resto del mundo, en especial el Norte petulante asuman que todos estas situaciones de crisis localizadas territorialmente son facetas del mismo problema gravísimo: la opresión de unos pueblos débiles que ven saqueados sus recursos y atropellados sus derechos, para el mayor beneficio económico de las oligarquías empresariales
¿Cúal fue el grave delito que cometió la joven Aisha Hernández Rodríguez? hacer una pintada en la que pretendía poner "75% DE PARO JUVENIL EN CANARIAS".