No es una forma de lidiar con el daño a la sociedad. Es un daño a la sociedad.
Lee Camp en SCHEERPOST publica este texto escalofriante que señala Federico Aguilera Klink, que escribe; "Más salvajadas en el paraíso de la democracia". Y yo, Chema Tante, agrego que es de las cárceles en USA tiene mucho que masticar. La literatura, el cine y la televisión han dado infinitos testimonios de la crueldad, el sadismo de un sistema basado en la venganza y el castigo, sin voluntad ninguna de rehabilitación y reinserción. En USA, lo de "Odia el delito y compadece al delincuente" de Concepción Arenal es una broma. Y esos testimonios repetidos, de tanta gente comprometida, han terminado por jugar el efecto inverso al deseable. Lo que cuenta Camp es la pura verdad. Pero a nadie sorprende. Se ha banalizado la situación. Y esto es serio. Las instituciones de la que se llama la primera democracia practican sistemáticamente la crueldad. No es nuevo, es algo que sabíamos, pero no podemos, no debemos acostumbrarnos a la iniquidad. Y para mayor exasperación, las cárceles USA son un negocio que enriqueced a sus accionistas.