Mientras el genuflexo Clavijo tiene que comparecer en el Parlamento de Canarias y, pronto, ante los tribunales, por sus fechorías en La Laguna; y cerca ya de culminar el mandato presidencial que le permite un sistema obtuso, a pesar de haber su partido perdido las elecciones, Canarias sigue justificando el manido pero siempre vigente aserto de "a la cabeza de todo lo malo; a la cola de todo lo bueno". Esta vez, EUROPA PRESS sirve y medios como EL DÍA o CANARIAS DIARIO difunden este resultado del FOCUS SPANISH SOCIETY de FUNCAS, que le lanza otra cachetada al genuflexo Clavijo y a su partido de la corrupción canalla. Un 14,3 por ciento de la gente canaria no tiene recursos para sustentar sus necesidades más elementales. Algo grave en sí mismo y relativamente. Tras lustros de ser "la voz de canarias en Madrid"; tras lustros de "luchas por las grandes conquistas presupuestarias", la población canaria sigue siendo la más pobre, desamparada con más bajos salarios y con peores condiciones de sanidad, de educación, de atención a la gente desamparada y todo lo demás, de este estado español de nuestras desgracias.  Y de la Unión Europea, por supuesto. Eso sí: el territorio de las islas gime bajo las pisadas y residuos de 16 millones de turistas. Fastuoso, genuflexo Clavijo. Y mañana, Sanidad

Román Rodríguez propone crear un espacio de confluencia social, institucional y político en el proceso de tramitación de la propuesta legislativa en el Parlamento

Luis Campos propone a la vicepresidenta seis medidas concretas que exigen un compromiso financiero “mayor” que la “fallida” estrategia en vigor

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, aseguró hoy, tras recibir a las representantes de la Asociación Canaria de Cáncer Ginecológico y la de Gull-Lasègue contra la anorexia y la bulimia, que “hay que corresponder al trabajo que realizan desde la sociedad civil por los colectivos afectados”.

Muchos años gritando en las calles aquello de "Pp, PsoE y Cc, la misma cosa es" (en realidad, aullábamos otra palabra, pero a mi tía no le gusta que se digan groserías en su casa). Y ahora, son los mismos protagonistas del constructo quienes reconocen algo tan palmario. Lo de Manuel Domínguez, es ridículo. Pero esa es la verdad. Piensen, antes de votar.