ANC muestra extrema preocupación por la sobrepoblación del archipiélago

Para el partido nacionalista de izquierdas es urgente y necesaria una Ley de Residencia

Según Alternativa Nacionalista Canaria nuestros recursos son limitados y no hay país alguno que soporte el peso poblacional del archipiélago sin pasar factura. En Canarias hay bienes como el agua, que hay que racionalizar objetivamente y cuyo derroche, cuando hablamos de riegos de amplias zonas verdes para disfrute minoritario, como es el caso de los campos de golf; ante las necesidades reales de la agricultura que requiere esta tierra, no corresponde con una gestión política coherente, que debería legislar para priorizar el agua de riego para el sector primario.

En cuanto al agua potable, vemos como se suceden los cortes en amplias zonas del archipiélago afectando a miles de familias, debido a escases, cuando apenas se acaba la temporada de lluvias.

Por otro lado, los servicios públicos, cuyas plantillas han sido duramente atacadas por la reforma laboral española, cargan inmensas saturaciones que sufrimos diariamente.

Mientras tanto, el ejecutivo canario, con la burguesía local al frente, no pasa de reclamar circunstanciales ayudas, que parchean pero no aportan soluciones de futuro, y "amenazan" con pedir "participar" del control de Puertos y Aeropuertos.

Canarias soporta una densidad de población de 286 personas por kilómetro cuadrado; mientras que la de España es de 93 p./Km²  y la media de la Unión Europea es de 116 p./Km². Triplicar el número de personas de la metrópolis debería ser motivo más que suficiente para exigir el total control de Puertos y Aeropuertos; así como la urgente elaboración de una legislación que permitiese conservar el nivel de vida de los habitantes, que padecen unas condiciones sociales camino de convertirse en inadmisibles.

Por ello, ANC aboga por el control de Puertos y Aeropuertos para blindar nuestras fronteras y garantizar una explotación razonable del territorio, al tiempo de una adecuación de los servicios públicos a una razonable proporción de residentes, sin dejar de tener en cuenta la población flotante que trae aparejada el turismo.