Un drago de Gran Canaria en peligro por las obras de Chira-Soria- PLATAFORMA SALVAR CHIRA-SORIA 

La Plataforma Salvar Chira-Soria pide la paralización del proyecto Chira-Soria tras el descubrimiento de un nuevo ejemplar de drago de Gran Canaria (Dracaena Tamaranae) en la ladera este del barranco de Arguineguín, en una zona directamente afectada por las obras del proyecto.

Se han presentados escritos al Gobierno de España, al Gobierno de Canarias y al Cabildo, argumentando el peligro que supone la ejecución de las obras para el ejemplar descubierto.

La especie se encuentra “En Peligro Crítico” de extinción, atendiendo a los criterios establecidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) . El peligro de extinción queda claramente evidenciado por el simple hecho de que no se haya localizado ninguna nueva plántula o brinzal, mientras que en los últimos 25 años se han documentado la muerte de 10 individuos.

Resulta sorprendente que en las prospecciones efectuadas para la redacción del estudio de impacto ambiental del proyecto ni para la evaluación de impacto ambiental, ni en la efectuadas previo inicio de las obras, no se ha detectado la presencia de ningún ejemplar de Dracaena tamaranae que pueda verse mínimamente afectado por las obras.

Sin embargo, un activista contrario al proyecto, amante de la naturaleza y aficionado a la botánica, sin más medios que sus dotes de observación y su teléfono móvil, ha localizado un nuevo ejemplar de Dracaena tamaranae que ha pasado totalmente desapercibido a los profesionales contratados para la redacción del estudio de impacto ambiental.

Este drago, de la especie “Dracaena tamaranae”, que según expertos consultados cuenta con unos 100 años de edad, y se encuentra en perfecto estado de desarrollo y que sería el drago inventariado número 94, se encuentra enraizado en un escarpado situado a pocos metros de la denominada “Plataforma de Bombeo II”, justo encima de lo que sería el túnel principal de acceso a las turbinas.

Para excavar el túnel, que empieza en la plataforma de bombeo II, se van a utilizar explosivos y taladradoras utilizando la técnica “raise boring” que inevitablemente van a producir vibraciones en todo el macizo rocoso y, por tanto, en el risco en el que se encuentra el drago. Se trata de una zona muy escarpada y fracturada y con rocas sueltas inestables que pueden desprenderse por efecto de las vibraciones. La Declaración de Impacto Ambiental (DIA), no ha contemplado los riesgos de desprendimientos de escarpes inestables por las vibraciones transmitidas por las voladuras. Tan solo recoge una propuesta del promotor de ‘identificar en el entorno de las zonas de trabajo donde se vayan a realizar voladuras, perforaciones y movimientos de tierras, las laderas o derrubios que presenten una mayor potencialidad de desprendimiento o baja cohesión del sustrato’. Pero no consta que se haya procedido a identificar nada. La realidad es que hay muchos escarpes inestables en el entorno, y en algunos de ellos se observan deslizamientos recientes.

Tal y como se recoge en el Estudio de Impacto Ambiental, en relación a los ejemplares situados en la ZEC Tauro II, la principal amenaza para estos árboles, en su actual hábitat en riscos y grietas inaccesibles, deriva de factores estocásticos como los desprendimientos y desplomes de rocas, los vendavales ocasionales, las lluvias torrenciales y las sequías periódicas.

Es evidente que el drago localizado en los riscos de la zona denominada “Los Puercos”, justo debajo de los llanos de “Huesa Bermeja”, va a verse directamente afectado por las obras de construcción del túnel, y que dichas afecciones no han sido consideradas, ni en el estudio de impacto ambiental, ni en la DIA.

Argumenta la Plataforma que la Ley estatal 42/2007, del Patrimonial Natural y de la Biodiversidad, dictada en cumplimiento del deber de conservar y del objetivo de garantizar los derechos a las personas a un medio ambiente adecuado para su bienestar, salud y desarrollo, obliga a las Administraciones Públicas a adoptar las medidas necesarias para garantizar la conservación de la biodiversidad que vive en estado silvestre. Establece que el Estado y las CCAA garantizarán la conservación de todas las especies existentes en estado silvestre y protegerán especialmente aquellas cuya especial situación lo requiera, prohibiendo dañar de forma intencionada a cualquiera de dichas especies. La catalogación de una especie como amenazada conlleva la elaboración de un plan de recuperación y la designación de áreas críticas para su conservación, evitando cualquier afección negativa para la conservación de la especie.

Por todo ello, se ha pedido a las administraciones competentes la anulación de la autorización administrativa otorgada al Proyecto de la Central Hidroeléctrica de Bombeo de Chira-Soria, en tanto que no se efectúa una adecuada evaluación ambiental de las repercusiones que la ejecución del proyecto pueda tener en la conservación del árbol señalado.