Manifiesto por la derogación de las leyes retrógradas e injustas del PP

Luego de privatizar todos los bienes públicos que han podido y de hacerse fuertes tras los boletines oficiales mediante el Decreto / Ley, el uno por ciento, con la complicidad de este desgobierno que sufrimos, ha declarado el estado de sitio y se ha instalado en los puestos de decisión por tiempo que pretenden indefinido. Mandan hoy la acumulación por desposesión y la desigualdad escandalosa y obscena. Es la crisis, dicen, como si aún hicieran falta excusas.

Esta minoría avariciosa e implacable, urde sin descanso, desde sus tribunas y consejos de administración, una artera, criminal y eficaz estrategia de acoso y derribo permanentes, que aseguran ejecutar en nombre de la inmensa mayoría, a pesar de la evidencia de que lo hacen en beneficio propio.

Pero los delata esta austeridad impuesta por la fuerza, carente de cualquier fundamento ético o científico, mediante el cansino recurrir a la ideología y al miedo como arma. A estas alturas del engaño, a nadie se le oculta que del estado social y de derecho va quedando apenas triste calavera, y que también es pura estafa esta "democracia" sin demos.

Y es que en este Reino de España: el de la propaganda, el autoritarismo y tentetieso, se crean o modifican leyes para desproteger derechos fundamentales entre otras perversiones e iniquidades varias. Así sucede, por ejemplo con Ley Orgánica 8/2013, LOMCE, que aún tienen el cinismo de afirmar que es para la mejora la mejora de la calidad educativa; la Ley Orgánica 4/2015, LEY MORDAZA, que recorta derechos básicos y llaman: " de protección de la seguridad ciudadana", la Ley Orgánica 1/2015, que modifica la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal, para imponer el miedo y sancionar el que se ejerzan derechos fundamentales y la Ley 3/2012, de 6 de julio, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral que convierten los derechos laborales en una caricatura.

Cicateras leyes públicas para fabricar pobres súbditos y dóciles consumidores. Leyes mezquinas, que frustran la curiosidad y el aprendizaje e impiden el acceso general al común conocimiento. Leyes que glorifican la explotación y el abuso, entronizan la ilegalidad y naturalizan la precariedad y pisotean la dignidad y los derechos de los trabajadores; leyes que eliminan las más básicas tutelas y garantías y consagran el trabajo mercancía, la esclavitud y la miseria, ADEMÁS de reprimir la capacidad de negociación colectiva, vetar el acceso a la justicia y penalizar el ejercicio del fundamental derecho de huelga.

Leyes contra la libertad de expresión, de reunión y manifestación; contra el derecho a la información, la libre opinión, el diálogo, además del acuerdo y la acción colectivas. Normas cambiadas para certificar la ignorancia e instaurar la arbitrariedad, la indefensión y la prisión por deudas.

Leyes que prohíben la discrepancia, la crítica y la protesta. Delitos de peligro; todos sospechosos y obligados a probar nuestra inocencia, con la mentira como pretexto: una seguridad más que alarmante y un orden público muy particular y privado.

Urge rebelarse contra esta dominación que adopta formas múltiples y diversas. No es tarde para rescatar de la historia el viejo principio de insubordinación y resistencia frente a la opresión. Desobedecer a quienes atentan contra las libertades públicas y vulneran derechos fundamentales es, desde hace siglos, decisión legítima de cualquier pueblo aplastado y sometido.

Toca parar esta barbarie disfrazada de racionalidad que penetra conciencias y se extiende por huecos y rendijas con paso firme y voluntad de arrasarlo todo.

Por esto, desafiamos hoy a la autoridad que usurpa nuestra función y nuestro lugar y EXIGIMOS a l@s que nos representan en las Cortes Generales, derogar y declarar nulas de pleno derecho estas leyes profundamente injustas y miserables, y hacer lo propio con todas las que cercenen, restrinjan o pospongan la igualdad, la justicia y todos y cada uno de nuestros derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales.

Y también RECLAMAMOS nuestra facultad y potestad, para participar activa y directamente en la creación de unas nuevas, inclusivas y amables normas de convivencia que nos acerquen al mundo que merecemos; uno donde haya lugar para tod@s, donde no rijan la oferta y la demanda y donde la dignidad y la libertad no tengan precio. No es utopía, como quisieran; es hora y es verdad: OTRO MUNDO ES POSIBLE.

Asamblea Popular de Gran Canaria