Nuestro contrato con Telde -  por Carmen Hernández, presidenta y candidata de Nueva Canarias Telde

En Telde los hombres y mujeres que conformamos el proyecto de Nueva Canarias llevamos muchos meses reuniéndonos con colectivos, agentes sociales y personas a título individual que nos han hecho llegar su visión y sus propuestas.

En esas reuniones, estas personas nos trasladan su hartazgo de promesas incumplidas, de falsos “Mesías”, de gobiernos que gestionan en defensa de una minoría, dándole con ello la espalda a una mayoría social, que a duras penas llega a fin de mes, frustrada por tantas decepciones acumuladas.

Yo sigo en la convicción de que es necesario asumir el reto de abrir un tiempo nuevo de esperanza  (no confundir con optimismo ciego). Esperanza entendida como la íntima convicción de que, a pesar de los obstáculos, de las dificultades, de los múltiples problemas que sufre nuestro municipio, sí se puede cambiar la realidad que nos rodea.

Por eso, a ocho meses de las elecciones locales, todo augura que esta convocatoria no pasará inadvertidas para nadie. Asistiremos a una campaña y a una cita  electoral en la que de nuevo los grandes partidos sacarán la artillería pesada y harán uso de todas las modernas prácticas del marketing político, donde la imagen cuenta mucho,  diciendo lo que la gente quiere oír y buscando únicamente obtener el “poder”.

Poder. Otra de las muchas palabras junto con austeridad o racionalización que han sido pervertidas por casi todos. Y digo pervertidas porque tuvieron y tienen etimológicamente acepciones positivas, pero han sido parte también de la campaña mediática de gobiernos de aquí y de allá que han tratado de justificar con ellas el desmantelamiento progresivo de casi todo aquello que contribuía a la mejora de nuestra calidad de vida.

Aun así, si nos lo proponemos con la determinación y el valor necesario, esta cita será una oportunidad para pasar página a tanta decepción, a tanta desesperación, a tanta frustración acumulada.

Por eso queremos crear un vínculo con las personas que confíen en nosotros mayor que el que establece un programa electoral, y para ello, estamos inmersos en un proceso ilusionante de elaboración de un Contrato con la Ciudadanía. Un Contrato que recoja unos acuerdos de mínimos y que dibuje cuales son los grandes retos que afrontamos como ciudad, para en función de ello, plantear las líneas estratégicas y medidas concretas que contribuyan a una progresiva recuperación social,  económica y de orgullo de Telde.

Lo primero, el gran desafío de la ciudad, es la dinamización económica y la generación de empleo. Y para lograrlo es condición indispensable, como segundo reto, recuperar la credibilidad de la Corporación municipal y de la institución. El tercer reto es poner en orden la estructura administrativa, para que, de verdad, el ayuntamiento esté pensado para los ciudadanos. Recuperar la cohesión social y trabajar en la sostenibilidad medioambiental completan lo que entendemos como los cinco grandes retos y esperanzas que tenemos de cara a los próximos años.

En definitiva, un proceso de escucha activa que se organizará a través de distintos formatos y foros con sectores organizados -del mundo del deporte, de la cultura, del tejido asociativo de la ciudad, de grupos de opinión, así como expertos-  y al que obviamente se incorporarán las nuevas tecnologías de la comunicación.

Utilizaremos todos  los canales que nos permitan tomarle el pulso a la opinión e impulso de la calle. Estamos ante un proyecto de una comunidad, para una comunidad. Es un proyecto de ciudad y entendemos fundamental que todas las visiones puedan, deban y sean escuchadas y tenidas en cuenta sin ningún tipo de exclusión.

Además pondremos en marcha un trabajo intenso para que este contrato con la ciudadanía sea lo más participativo, abierto y realista posible, que responda de verdad al momento que vive la calle. Contamos con toda la ciudadanía de Telde para llenar de contenido lo que finalmente será nuestro plan de actuación municipal, si finalmente contamos con la confianza de la ciudadanía teldense.