El Partido Comunista de Canarias requiere al presidente del Cabildo de Gran Canaria la asunción de las reivindicaciones de los bomberos del Consorcio como medio para garantizar la seguridad medioambiental y de las personas

El Partido Comunista de Canarias advierte que el Cabildo de Gran Canaria, habiendo transcurrido dos semanas desde que se declarara el incendio en el término municipal de Tejeda, persiste en idénticas prácticas que lo han facilitado y requiere al Presidente de la institución a que asuma las reivindicaciones de la Junta de Personal del Consorcio de Bomberos de Gran Canaria como medio para garantizar la seguridad medioambiental y de las personas que residen y/o trabajan en tales zonas sensibles.

Hasta la fecha del presente, la intransigencia demostrada de Antonio Morales hacia las propuestas elevadas desde la representación de la plantilla de bomberos, así como la delegación de competencias públicas en empresas privadas, cuyas plantillas sufren de condiciones laborales inaceptables, constituyen una verdadera “negligencia política” que ha facilita la reproducción de incendios en las zonas más sensibles de la isla.

Las reivindicaciones de la Junta de Personal del Consorcio de Bomberos de Gran Canaria, que el Partido Comunista de Canarias asume como propia, instan al Cabildo de Gran Canaria a la creación y ocupación de puestos de trabajo de la plantilla (desde el año 2007 no se incrementa el número de efectivos posible); renovación del parque móvil y modernización de las herramientas de trabajo (que actualmente se encuentra en clara obsolescencia), apertura de los parques de bomberos de Tejeda y Tunte; mejora de la coordinación a través de la creación de una Consejería propia de Emergencias y gestión pública directa de los servicios de acondicionamiento forestal, esencial para la prevención de incendios.

El Partido Comunista de Canarias previene que deben alcanzarse los acuerdos para hacer posibles los cambios anteriormente citados, esenciales para prevenir o atacar eficazmente las contingencias, o de lo contrario, será el propio Presidente del Cabildo de Gran Canaria quien deba asumir las responsabilidades políticas que, por dejación y obstinación, desemboquen en nuevas desgracias para la isla y las personas.