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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

El Partido Feminista se opone rotundamente a la pretensión de separar Cataluña del resto de España

 

partido feminista de españaLos pueblos no se separan sino que se unen contra los enemigos comunes que son el Capital, el Imperialismo y el Patriarcado. Y por ello nos oponemos también a la celebración de un pretendido referéndum de autodeterminación que no tiene ningún sentido en el caso de Cataluña.

Manifiesto del Partido Feminista de España

         Ante la grave situación política y social provocada en Cataluña por las fuerzas independentistas catalanas, la Comisión Política e Ideológica del Partido Feminista de España

MANIFIESTA:

Que se opone rotundamente a la pretensión de separar Cataluña del resto de España como están pretendiendo los partidos políticos ERC, PdeCat y CUP.

Los pueblos no se separan sino que se unen contra los enemigos comunes que son el Capital, el Imperialismo y el Patriarcado. Y por ello nos oponemos también a la celebración de un pretendido referéndum de autodeterminación que no tiene ningún sentido en el caso de Cataluña.

Pervirtiendo el sentido de semejante derecho que aceptaron Lenin y el Presidente de EEUU Wilson, cuando ante la inminente guerra del 14 se pronunciaron por la independencia de las colonias que los países europeos habían conquistado militarmente, el govern de la Generalitat pretende hacerlo universal, cuando solamente puede referirse a las colonias o a los territorios ocupados por la fuerza y que sufren graves represiones de los gobiernos conquistadores. Los ejemplos son evidentes: la isla de Timor, el territorio de El Sahara, Palestina. Como cualquier persona sensata entiende  ninguno de estos casos es  equiparable a Cataluña.

         Los territorios  no tienen derechos, los tienen las personas. Y en el caso de Cataluña consiste en la autodeterminación de los ricos que no quieren compartir sus ingresos con las comunidades pobres. Cuando se recurre a Lenin para defender el derecho de autodeterminación se oculta que Lenin supeditaba este derecho al análisis concreto de los intereses de clase. Y ya todos sabemos que el propósito que le guió era constituir la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, lo que no parece ser el objetivo de Puigdemont ni de Junqueras.  Ello sin mencionar la postura radicalmente contraria a los nacionalismos de otra revolucionaria como Rosa Luxembourg, que lo consideraba uno de los principales peligros para la unidad internacional del proletariado y una prueba de la penetración del nacionalismo pequeñoburgués en el cuerpo doctrinal del marxismo.

Los movimientos separatistas se han convertido en las garras de las grandes potencias  que intentan ampliar nuevos ámbitos de influencia. Dividiendo España, después de haberlo hecho con la URSS, Yugoslavia, Checoeslovaquia, y haber destruido países enteros como Afganistán, Irak, Siria, Libia, el imperialismo de la OTAN es cada vez más fuerte.

Si tenemos en cuenta que ningún Estado reconoce en sus ordenamientos constitucionales la posibilidad de que un territorio se secesione de la totalidad por su cuenta, excepto Etiopía, veremos cómo ese no es un derecho universal irreversible. Y sería bueno recordar que Etiopía reconoce esa posibilidad después de haber sufrido una devastadora guerra de secesión con Eritrea que únicamente causó víctimas, destrucción, desolación y miseria.

         La misma situación se produjo en Yugoslavia, uno de los más tristes ejemplos de cómo el capitalismo occidental y el imperialismo otánico se conjuraron para destruir un país socialista. Nos remitimos al espléndido análisis sobre el derecho de autodeterminación que ha publicado James Petras en Rebelión, que analiza los casos de Serbia, Montenegro, Croacia, Albania, Kosovo, Bosnia.   

Hoy el gran drama de Cataluña y de España es la separación de sus pueblos. La interminable e intensa campaña independentista que durante 7 años  han realizado las formaciones nacionalistas que dominan la Generalitat y el Parlament de Cataluña, con los fondos del Estado, han logrado dividir al movimiento sindical y liquidar el movimiento vecinal el estudiantil y el feminista. Objetivo que perseguían tanto Mas como el resto de sus coaligados y por supuesto la burguesía que les apoya, porque percibe los beneficios de la corrupción que se ha instalado desde 1980 en la Generalitat, con el exitoso resultado para sus intereses de que ya no existe más conflicto en Cataluña que el indeseable Referéndum.

Desde la izquierda es inaceptable que se apoye a Puigdemont y a su gobierno y aliados, que constituyen la casta más corrupta de Cataluña, con la pretensión de que el pueblo catalán apoya la celebración del referéndum, cuando este es un eslogan difundido por los medios de que dispone el gobierno que no se corresponde con la realidad. Dado que más de la mitad de la población es de origen no catalán, lo que se refleja en la proporcionalidad del voto, lo que pretende el Govern y los grupos que le apoyan es imponer su política supremacista de lo catalán al resto de los ciudadanos y ciudadanas, aunque estén en contra. Esta estrategia ha sido organizada por CiU para ocultar la inmensa corrupción que corroe a sus dirigentes, que detentan el poder desde hace más de cuarenta años.

         El Partido Feminista de España, que se declara marxista y es Marx el que afirma que “el nacionalismo es un invento de la burguesía para dividir a la clase obrera”, se manifiesta en contra de todo intento de separar a Cataluña de España, de celebrar un referéndum con ese fin, y espera de Izquierda Unida y de los partidos que la componen, especialmente del Partido Comunista de España, que se pronuncie en el mismo sentido.

Entendiendo que la izquierda es por definición internacionalista, la separación de los pueblos únicamente hace más débiles las luchas revolucionarias. Solamente la unión del proletariado, de las mujeres, de los intelectuales, artistas y científicos y de la pequeña burguesía liberal, podrá llevar adelante exitosamente la lucha por proclamar la III República en toda España, constituida como república de trabajadores de todas las clases, tal como declara el Artículo 1 de su Constitución de 1931.

Madrid, 21 septiembre 2017.

partido feminista de españa

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