Las plataformas vecinales convocan el día 12 otra protesta contra el PGO de La Laguna
Informan en DIARIO DE AVISOS: Las plataformas vecinales de Valle de Guerra, Tejina, Guamasa-Los Rodeos, Las Mercedes, El Coromoto-Camino de la Villa, El Centenero y Los Baldíos, que luchan por un Plan General de Ordenación (PGO) de La Laguna “más participativo”, han convocado una nueva manifestación de protesta frente al Ayuntamiento el jueves 12 de marzo, coincidiendo con el último pleno de la Corporación municipal del presente mandato.
Las plataformas vecinales de Valle de Guerra, Tejina, Guamasa-Los Rodeos, Las Mercedes, El Coromoto-Camino de la Villa, El Centenero y Los Baldíos, que luchan por un Plan General de Ordenación (PGO) de La Laguna “más participativo”, han convocado una nueva manifestación de protesta frente al Ayuntamiento el jueves 12 de marzo, coincidiendo con el último pleno de la Corporación municipal del presente mandato.
Tomás Dorta González, portavoz de dichas plataformas vecinales, explica en un comunicado que “más campo en el campo, más ciudad en la ciudad, más responsabilidad y humildad en los gobernantes, más acción y protesta en la ciudadanía, más legalidad, más democracia es lo que vienen exigiendo los vecinos y vecinas de La Laguna desde hace dos años, rechazando un PGO impuesto y sin ninguna participación ciudadana. Ya llevamos dos años interviniendo cada mes en los plenos del Ayuntamiento, concentrándose por fuera del Consistorio y manifestándose en las calles de La Laguna”.
Los representantes de estos colectivos vecinales reconocen que “La Laguna es un municipio complejo. Tiene desde grandes infraestructuras, equipamientos, casco histórico, espacios naturales, grandes áreas urbanas y mucho suelo agrícola. Todo esto lleva a que es complicado establecer un mismo rasero en el ordenamiento y obliga a estudiar todas y cada una de las particularidades del territorio, cada vez más sensible a los cambios y más suculento a la especulación”. En concreto, defienden que “hay que potenciar, renovar y completar los espacios claramente urbanos y de alta densidad poblacional, mientras que los núcleos rurales deben protegerse y mejorarse sólo de manera puntual, favoreciendo la relación de vida población-territorio de tal forma que la idiosincrasia natural se mantenga y potencie para que el aprovechamiento de la tierra de cultivo siga siendo posible e incluso rentable para estos”.
Tomás Dorta recalca que “proyectar grandes bolsas de suelo urbanizable sobre suelo de cultivo es un gran acto de irresponsabilidad en nuestras Islas, utilizando como excusa la mejora de vida de los residentes para obtener dotaciones y equipamientos, proliferan las grandes urbanizaciones de amigos y benefactores donde antes la gente cultivaba o tenía ganado, desapareciendo así un estilo de vida de siglos y afectando a una economía doméstica, sustento de tantas familias más en estos tiempos de crisis económica”.
Por todo ello, señalan que los movimientos vecinales surgidos de forma independiente a los movimientos establecidos “han supuesto un jarro de agua fría a la Administración local, acostumbrada a tener control sobre las asociaciones de vecinos, para evitar quejas o voces más altas que otras, ya que han tenido que frenar la maquinaria municipal de ordeno y obedece para sentarse a estudiar y a rehacer lo hecho, no sólo porque se les reclame en la calle sino porque hay una ley que acatar y que se saltaban en muchos aspectos”.
“Las diferencias entre campo y ciudad son notables para cualquiera, salvo que se tengan entre manos otro tipo de cuestiones o intereses”, indican asimismo los vecinos.