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miércoles, 24 de abril de 2024 06:27h.

Beneficencia,no. Economía, con o sin Madrid, Cristina Valido - por Chema Tante

Acabo de librar un amistoso cruce tuitero de naifes con Cristina Valido, consejera de Asuntos Sociales y con Alberto Dieter, director de la Red de Municipios del Cabildo de Carlos Alonso. Tres personas de cuya buena fe no tengo motivos para dudar, pero de las que creo que están sumidas en un pernicioso error. Como el terrero tuitero da poco margen para la explicación argumental, me comprometí a ampliar mis posiciones en un artículo. Helo aquí, y queda abierta la puerta de La casa de mi tía para las réplicas que hagan falta.

Beneficencia,no. Economía, con o sin Madrid, Cristina Valido - por Chema Tante

Acabo de librar un amistoso cruce tuitero de naifes con Cristina Valido, vicepresidenta y consejera de Acción Social; y con Alberto Dieter, director de la Red de Municipios, del Cabildo de Carlos Alonso. Tres personas de cuya buena fe no tengo motivos para dudar, pero de las que creo que están, con el resto de Coalición Canaria, sumidas en un pernicioso error. Como el terrero tuitero da poco margen para la explicación argumental, me comprometí a ampliar mis posiciones en un artículo. Helo aquí, y queda abierta la puerta de La casa de mi tía para las réplicas que hagan falta.

La cosa empezó porque Cristina Valido se las ha echado por esos medios, asunto de que, según dice y seguro que es verdad, el Cabildo destina 400.000 euros cada día a políticas sociales. Y yo proclamo que si esa es la cifra, y el resultado de depresión social de una buena parte de la población tinerfeña es pavoroso, hay que concluir que la gestión de ese dinero público es un fracaso. Que de nada sirven los anuncios sobre perras, acciones y objetivos, si no se puede presentar más que esta triste situación de paro, miseria, pobreza infantil, dependencia desamparada, desahucios, sanidad desbaratada en que nos debatimos. Una realidad de gestión mal encaminada que no se limita a la isla de Tenerife, porque se puede comprobar en todo el territorio canario, donde gobierna Coalición Canaria, desde hace más de treinta años. Insisto. Si Cabildos, ayuntamientos y Gobierno tienen enormes presupuestos para la acción social, y Canarias, sus islas y sus municipios, están a la cola del estado en ese -como en todos los aspectos- es obvio que lo están haciendo y lo han hecho rematadamente mal.

Ya voy a explicar mis propuestas para encaminar el rumbo. Pero, antes, debo responder a mis contrincantes Cristina y Alberto sobre la justificación que me dieron en las postrimerias del envite entablado. El consabido -y no falaz, por cierto- guineo sobre la maldad, lo digo sin ironia, financiera del gobierno de Madrid con Canarias. Amén de las otras complicaciones derivadas de nuestra lejanía. Todo es verdad, Cristina y Alberto, pero, siendo verdad, no les sirve a ustedes de justificación. Por la sencilla razón de que esa perversidad de quien gobierne en el estado español y esa lejanía no son hechos sobrevenidos, sino unas circunstancias estructurales cuya existencia ustedes y su partido conocen de sobra. Ahora y cada vez que asumen el gobierno, de Canarias o de sus islas o de sus ciudades, villas y pueblos.

Cuando ustedes, Cristina y Alberto y su partido, se empeñan en gobernar, sea con el debido apoyo electoral o recurriendo a la obtusa legislación electoral, ya conocen las dificultades con las que deben enfrentarse. Ya saben que Canarias está alejada y saben también que el gobierno de Madrid, sea quien sea, con mayoría absoluta o en pacto parlamentario entre varios, siempre se comporta de manera injusta con nuestras islas. La denuncia del incumplimiento de lo que contempla el REF en materia de inversión, es constante. Tanto es así todo esto, que ustedes han apelado repetidamente a la promesa de ser "la voz de Canarias en Madrid". O sea que no pueden enarbolar, como justificación de sus fracasos,nuestra lejanía ni la discriminación centralista. Por más que todo ello sea cierto, insisto, eso está en el desafio de gobierno. Un desafío que se supone que ustedes aceptan. Dicho en cristiano, Cristina y Alberto: para eso han querido estar ustedes ahí, para pelear contra la lejanía y la injusticia estatal. No para usarlas en su descargo, Y si no, quédense en la oposición o, mejor, no se presenten a elecciones.

Y ahora, al tema social. Insisto en que tanto en los niveles insulares o municipales donde gobiernan como en el Ejecutivo canario, donde su partido está sin que las urnas le hayan llamado, en especial en las dos últimas ocasiones, ustedes y su partido proclaman las cantidades de dinero público y los fabulosos planes de acción que se dedican a la acción social. Y yo les digo que cuando se ha estado gobernando -concretamente, en su caso, en el Cabildo de Tenerife, pero también en otras islas o en Canarias- durante más de treinta años, además de alardear de presupuestos y objetivos, es obligado presentar un balance de los resultados. 

Y los resultados, por más que lo nieguen, ustedes directamente o por medio de su nueva estratagema electoral "Entre todos Tenerife" es que en Canarias y en Tenerife y en todas las islas muchas, muchísimas personas canarias, en cifras que ya se acercan a más de la mitad, se han quedado descolgadas de los pretendidos progresos económicos. Muchísimas personas que no son invitadas a la mesa de los señores y las señoras.

Y ese paro, esa pobreza, ese desamparo, ocurre en momentos en que Canarias recibe una barbaridad de gente turista, en volúmenes que los territorios insulares no pueden soportar, pero que a los velillos empresarios turísticos todavía les parece poco.

El problema, aparte, insisto, de la lejanía y la malignidad presupuestaria, es que el concepto, de acción social y de economía que han aplicado ustedes y Coalición Canaria está equivocado. Ustedes y Coalición Canaria se emperretan en aplicar criterios desfasados, intentando actuar sobre los síntomas, y no sobre las causas y adoptando medidas parciales, a pesar de que se han demostrado inútiles.

La clave, ustedes lo saben, está en el empleo. Y a eso hay que dirigir la mayoría de los esfuerzos y las perras. Siempre habrá por supuesto, casos, y no pocos, en que haya que socorrer directamente a  personas que no pueden trabajar. Pero el grueso de la tragedia social que sufrimos se basa en que mucha gente no puede trabajar y otra mucha, aunque trabaje, no obtiene la renta mínima para subsistir, con sus familias, de manera digna.

Si ustedes y Coalición Canaria allá donde gobierna, se dejaran de perder tiempo y dinero en acciones coyunturales, de corto recorrido, la economía se relanzaría. Y el empleo se consigue abandonado la equivocada tesis de que, como son las empresas las que dan trabajo, basta con apoyar financieramente de manera directa a empresas ya existentes, para que crezcan las contrataciones. No lo digo yo. Lo dicen los hechos. Cuando se exonera la seguridad social a una empresa, ésta dirige el ahorro directamente a su cuenta de resultados, no a enganchar gente nueva. Por la simple causa de que la empresa no contrata personas porque le resulte barato, sino porque tiene trabajo en qué ocuparlas. Ojala su nuevo candidato pudiera entender esto Pero Clavijo está enraizado en unos conceptos económicos neoliberales de los que no parece quiera salir.

La clave es, se cansa uno de estar repitiendo la misma obviedad, la inversión pública productiva y dirigida convenientemete: No a puertos y trenes innecesarios, sino a lo que de verdad hace falta, para que el empleo no se cree simplemente -y poco- por la construcción del chiringuito, sino -y mucho- por su explotación.

Digan ustedes lo que digan, Cristina y Alberto, dinero -por poco que sea- hay. Lo que ocurre es que está mal dirigido. Porque donde hay que aplicar la atención es en la soberanía alimentaria y energética, restableciendo nuestro agonizante sector primario y abriendo paso a nuestras nonatas energías renovables (¿Saben ustedes, Cristina, Alberto, Coalición, que Canarias importa el 90% de los alimentos y el 94 % de la energía que consume y con los que atiende a su turismo?); sustituyendo el funesto esquema del turismo masivo a precios de derribo, que no beneficia más que a las empresas, por el rentable de turismo selectivo a precios altos; ¿Saben ustedes, Cristina, Alberto, Coalición, que Canarias está entre los destinos más baratos del mercadp turístico mundial, a pesar de su alejamiento y de la calidad de sus infraestructuras alojativas, la belleza de su paisaje?); impulsando la industria que necesita Canarias, y Tenerife con ella, la que puede exportarse a pesar de nuestra lejanía, es decir la que produce bienes de poco peso y volúmen o incorpóreos, como es el conocimiento. Un conocimiento del que disponemos, pero que vamos a perder, si no se recupera la investigación. ¿Saben ustedes, Cristina, Alberto, Coalición, que la Universidad canaria, en sus dos centros, está entre los peores lugares en productividad, en investigación?

No voy a seguir más, porque creo que ya basta. Pero no dejaré de significar que, en esto del conocimiento, Tenerife y su Cabildo no estan precisamente en horfandad. Yo me estremezco, pensando en lo bien que iriá la isla si gente como ustedes dos, si la preparación de Carlos Alonso o Miguel Becerra, el ímpetu de Efraín Medina, por poner solamente algunos ejemplos, se dirigiera en el buen sentido.

No voy a pretender que yo esté en posesión de la razón. Pero a mí me queda todavía el beneficio de la duda. A ustedes, Cristina, Alberto, Alonso, Becerra, Efraín, Coalición Canaria, en cambio, los hechos han demostrado que están en un error.

Cordialmente