El Eco de la estafa en Canarias - por Chema Tante *

Con Eco delante o sin él, la brutal estafa al pueblo canario sigue resonando. Porque no se trata solamente del turismo. Son las descomunales tongas de dinero público que se sepultan para beneficiarl el interés privado. Proyectos turísticos como el palmero  de Breña Alta, que tienen de ecosostenibles lo que Yaiza Casimira McDonald's tiene de vegana o Casimiro de monje cisterciense. Pero también otros que no se las echan de ecológicos, como el que acaban de aprobar en El Hierr, de un hotel y 30 villas en suelo agrario, porque dicen que eso es de "interés insular". Proyectos turísticos, carreteras como la de Tazacorte o la autovía en Arrecife, Megalomanías como lo de Chira Soria o el megaeólico majorero. Todo el cuento, eco o no eco, pero neoliberal, del desarrollismo con el acelerador a fondo.

Una catarata de dinero público y dinero privado subvencionado, que lleva décadas derramándose sobre las islas, para que estos zaranadajos que nos gobiernan y los tiestos que dirigen las empresas la transformen en puro hormigón, en obras públicas que no sirven para nada o en proyectos de un turismo que es ruinoso para Canarias, que a duras penas se mantiene, con más muletas públicas, y que solamente benefician a esas empresas que malvenden nuestro patrimonio colectivo, la tierra, el medio ambiente, la cultura, la identidad.... Porque Canarias, con tanto puerto, aeropuerto, carreteras, hoteles, acuariuos y campos de golf, recibiendo 14 millones de turistas, no se libra de sus catastróficos registros de paro, miseria, larguísimas listas de espera, salarios bajos, precios altos, que nos mantienen en las peores posiciones de Europa.

Porque la fuente de nuestra desgracia no es el turismo. Es la codicia y el egoísmo de quienes gobiernan al servicio y al dictado de quienes mandan.

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Volvamos al cuento de Caperucita Roja. Les pido ahora que hagan un ejercicio de imaginación. La abuela de Caperucita es la isla de La Palma. Caperucita es la población palmera. El lobo es una mezcla de patronal turística y consejeros del Cabildo de La Palma, tanto monta, monta tanto… El principio del cuento lo escribieron en el Cabildo y a lo mejor el final lo tendrán que escribir  la población palmera o los jueces, si queremos evitar que el lobo se coma a Caperucita

Aquí puedes escuchar Somos Nadie de La Ventana de Canarias en la SER 23 marzo El Ecocuento de La Palma

Todo el insigne texto de García Luján:

https://juanglujan.wordpress.com/2023/03/24/el-ecocuento-de-la-palma/