"El turismo no puede con la crisis". Ni podrá; mientras gobierne la ignorancia
Nicolás Dorta y Yazmina Rozas certifican en DIARIO DE AVISOS lo evidente. Sube en Canarias el número de turistas, sube -mucho o poco- el gasto de esa gente viajera. Pero los datos estadísticos y los rankings -todos y cada uno de ellos- indican que Canarias esta con esa frase perpetua que nos recuerda nuestro calvario, "a la cola de todo lo bueno; a la cabeza de todo lo malo". Paro, trabajo basura, bajos sueldos, pobreza, ignorancia y siga usted... Y eso, aunque la estulticia y la maldad que conforman el equipo de gobierno de Paulino no se enternan - o no quieren enterarse- de que la estrategia turística que siguen será la más fácil, pero es absolutamente equivocada. Yo me desgañito diciéndolo, y los hechos me otorgan la razón: El turismo masivo destroza nuestro territorio, encharca nuestro ambiente, estalla nuestros recursos y a cambio no recibimos sino miseria, hambre e ignorancia. Y, encima, con un negocio frágil, indefenso ante cualquier variación económica en los mercados de origen.
Porque la clave de todo este desastre está en la sobreoferta generada por la fiebre suicida del desarrollismo a todo pasto y la construcción incesante. Hay que reducir a un tercioo los cientos de mles de plazas turísticas que ahora tenemos que vender bajo coste para obtener un mínimo de ocupación, sin rentabilidad alguna. Hay que mantener únicamente los servicios de alta calidad y cobrar lo que esa alta calidad cuesta. Venderlo a la gente de nivel medio alto que asumen los valores culturales y ambientales de esa alta calidad y está despuesta a pagar por ella.
Insisto en que la fuente primera de este desastre se localiza en unos gobiernos -no solamente el de Paulino- que alcanzaron el poder mediante las tretas que permite un sistema antidemocrático. Una oligarquía que ha detentado el poder de facto, asociada a unos partidos que le han hecho el juego. O dinamitando las iniciativas de aquellos que no se rendían ante sus órdenes. retumba en la historia de Canarias lo que pasó con las Leyes de Directrices de Ordenación, que marcaban la senda del sentido común y fueron anuladas, de hecho, primero, de derecho, después por esa alianza de constructores aliada con una banda de desaprensivos liderada por Adán Martín, que en paz descanse, por Mauricio y por Paulino.
Por eso y por nada más, el turismo no puede, ni podrá si no se endereza el entuerto, con la crisis.
Cada vez que se abre una nueva plaza turística, es una paletada de zahorra que se añade a la sepultura del futuro de Canarias.
http://www.diariodeavisos.com/turismo-puede-con-crisis/
Vean también esta extraordinaria entrevista a Rodrígo Fernández Miranda, autor de "Viajar perdiendo el Sur"
http://bloglemu.blogspot.com.es/2011/09/critica-razonada-al-turismo-de-masas.html