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viernes, 29 de marzo de 2024 10:20h.

El engañoso macroplan del ladino Draghi - por Chema Tante

La pasta, para quienes ya la tienen

Como ya descuento que Draghi no es bobo, tengo que concluir que es un malvado. Draghi frustra la esperanza de mucha gente ingenua que se traga la mentira de que esta nueva orgía de liquidez que está anunciando Draghi será la clave de la recuperación efectiva. La clave no es inyección financiera de dinero artificial, sino la inversión pública con dinero real. No se trata de crear más dinero contable, sino de redistribuir el que ya existe.

El engañoso macroplan del ladino Draghi - por Chema Tante

Como ya descuento que Draghi no es bobo, tengo que concluir que es un malvado. Draghi frustra la esperanza de mucha gente ingenua que se traga la mentira de que esta nueva orgía de liquidez que está anunciando Draghi será la clave de la recuperación efectiva. La clave no es inyección financiera de dinero artificial, sino la inversión pública con dinero real. No se trata de crear más dinero contable, sino de redistribuir el que ya existe.

Unos estados que ya han sido obligados por la Troika, de la que forma parte el mismo Banco Central, a neutralizar sus políticas sociales y sus programas de inversión. Es decir, que no hay ni siquiera esperanza de que alguna mijaga del maná de los 60.000 millones mensuales, pueda ejercer de veras una acción animadora sobre la economía real.

La estrategia neoliberal sigue su maléfico curso. En la primera etapa de la ofensiva, han desarmado la capacidad de acción financiera de los estados y desmantelado todo el tejido economico medio. Han dejado en cuadro a las pequeñas empresas y comido el patrimonio de las familias. De manera que la catarata de euros que inyectará el Banco Central Europeo no llegará a la ansiada financiación de empresas y familias, por la sencilla razón de que no tienen nada que ofrecer como garantía a los bancos.

Los bancos, que, a su vez, no tienen solvencia para responder de los prestamos fallidos, solamente concederán crédito a quien, como siempre, tenga con qué responder. Es decir, a quienes ya disponen de recursos. Con eso, los euros que inyectará el BCE liberarán capitales que las grandes fortunas y empresas desviarán a la aberración de la especulación financiera. El dinero que va a crear artificialmente el BCE permitirá a los ricos a su vez generar más dinero artificial mediante el juego en las bolsas.

Y me reafirmo en mi proclama de que Draghi es un malvado. Porque no puede ser que sea imbécil y desmemoriado. Porque no puedo aceptar que Draghi no recuerde qué fue lo que pasó con la barra libre de liquidez, que ofreció enormes cantidades de dinero a la banca europea, a un interés simbólico. Esa banca no transfirió ese dinero al crédito a las empresas y al consumo. Lo que hizo, porque se lo permitieron, fue prestárselo a los estados y a las grandes fortunas y empresas, beneficiándose, sin esfuerzo alguno, del diferencial de intereses.

Porque la estrategia neoliberal persigue neutralizar la acción de los estados. Es lo mismo que buscan, con los nefandos tratados como el TIPP o el CETA. La pérfida maniobra tiende a impedir que los estados obtengan sus recursos de dónde los tienen que obtener, de los impuestos y se vean obligados a recurrir al crédito, que hipoteca su futuro.

Y todo esto es como es, porque la solución para esta depresión inducida que llaman crisis no es inyectar dinero artificial al sistema financiero, sino en animar al sistema productivo, mediante inversiones de dinero real. Es una fórmula que, al contrario de las recetas neoliberales, ha demostrado su eficacia. Es la fórmula tantas veces repetida: gasto social e inversión pública productiva, que se financia con el dinero real que procede de los impuestos a las rentas altas y grandes empresas.

http://www.nuevatribuna.es/articulo/economia/bce-invertira-marzo-60-000-millones-euros-mes-activos/20150122153544111567.html

http://economia.elpais.com/economia/2015/01/22/actualidad/1421930158_392049.html

http://cincodias.com/cincodias/2015/01/21/mercados/1421846092_275217.html

http://www.elmundo.es/economia/2015/01/22/54c10f09ca474125118b456b.html