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jueves, 18 de abril de 2024 15:56h.

Enrique Larroque: «El turismo de calidad es lo único que puede evitar que La Palma se muera» - EL VALLE DE ARIDANE

FR E V D A

Enrique Larroque: «El turismo de calidad es lo único que puede evitar que La Palma se muera»

El copropietario del Hotel Hacienda de Abajo (Tazacorte), Enrique Luis Larroque, advierte de «la gravísima crisis económica» que desde hace décadas arrastra La Palma, agravada por la catástrofe volcánica, lo que hará que se marchen más jóvenes «para no volver» si no hay empleo a corto plazo. Critica que la isla no se haya dotado de un modelo de desarrollo turístico claro, que busque a un turismo de calidad al que se le ofrezca un paisaje que es «único» y la belleza de la arquitectura tradicional. «Estamos en un momento en que La Palma vive o se muere», advirtió.

Durante una muy crítica intervención en unas jornadas que tuvieron lugar en Los Llanos de Aridane, organizadas por el Colegio Notarial de Canarias y la Fundación Notariado, urgió a que la isla defina cuanto antes un modelo de desarrollo turístico  «innovador» basado en turismo de calidad y  sin «machacar de manera irresponsable el paisaje único que tenemos», apostando además por el patrimonio arquitectónico tradicional de la Isla, y para ello puso como ejemplo el establecimiento del que es copropietario, el Hotel de Hacienda de Abajo, en Tazacorte.

Esta charla formó parte de las jornadas sobre ‘Ideas para el desarrollo sostenible de La Palma (La oportunidad después del volcán)’, celebradas en septiembre  pasado en el Museo Benahoarita.

El hotelero expuso que la «gravísima crisis económica y social» que arrastra La Palma no está motivada solo por la reciente catástrofe volcánica, «que lo que ha hecho es agudizarla hasta extremos insospechados», al punto de que va a agravar «el drama irreversible de la emigración de jóvenes que van a salir de esta isla para no volver». Un problema, dijo, que agudizará el envejecimiento demográfico de La Palma. Y todo ello porque no se han creado oportunidades de empleo en la isla.

En esta línea, Larroque enfatizó que para que las personas damnificadas por el volcán superen el «drama enorme» de haber perdido sus viviendas y medios de vida, lo que las deja «absolutamente desubicadas», resulta «esencial que La Palma ofrezca oportunidades económicas», ante una situación «que ha quebrado como nunca la economía de la isla», pues los daños provocados por esta erupción «no tienen parangón en La Palma ni siquiera con el ataque pirático de 1553».

FOTO: I LOVE THE WORLD

Y a su juicio, junto a la recuperación de fincas agrarias destruidas por la lava, la otra creación de empleo solo puede permitirla el sector turístico. Al respecto, opinó que «no podemos seguir contemplando el turismo en La Palma como un mal necesario» sino como algo que puede ser bueno, y aprovechar el paisaje, la agricultura y la arquitectura tradicional de la isla para atraer turismo de calidad.

«El Hotel de Hacienda de Abajo», destacó el conferenciante, «es la mejor demostración de cómo un pequeño establecimiento de 63 camas puede dinamizar un municipio con alta tasa de desempleo, logrando  que el patrimonio arquitectónico tradicional se vea no como un edificio viejo a derribar sino como una oportunidad de futuro que hay que conservar, y se ha fijado población donde antes no habitaba la gente».

Hotel Hacienda de Abajo (Tazacorte) / GOOGLE MAPS

Para que salir de la crisis económica que viene del pasado, apuntó, «hace falta una política imaginativa que nos recuerde que otra isla es posible, pero con unidad de acción, pues no podemos seguir con la practica tradicional en La Palma de tirar piedras contra nuestro propio tejado con divisiones y discusiones bizantinas».

Eso sí, al no haber aplicado soluciones a un problema que viene de antes de la erupción, «no pueden esperarse milagros» a corto plazo, pero sí que «el volcán debería ser un punto de inflexión», por lo que «queda por hacer un grandísimo trabajo en los próximos años». Pero para trazar ese plan y aplicarlo, dijo, «hay que tener gente inteligente  y válida, para trabajar seriamente, y quien no lo sea que tenga la suficiente honradez de hacerse a un lado y decir que no está capacitado para esto, porque nos jugamos mucho».

El hotelero advirtió de que hay que tener claro que el atractivo de La Palma es su paisaje y su clima y que «los turistas van a sitios especiales», por lo que se debe optar por un modelo turístico «que no consuma de manera irresponsable el territorio», como ha ocurrido en otras islas. De un modo vehemente, expresó esta idea afirmando que «en La Palma nos creemos el ombligo del mundo y no lo somos, pero sí debemos hacer que sea el ombligo del mundo por la calidad de lo que ofrecemos al visitante».

Para que este nuevo modelo no fracase, reclamó además seguridad jurídica, «con ideas claras y definición de los suelos turísticos», porque se quejó de que La Palma tiene «mala reputación» entre los inversores, debido a la tardanza para las autorizaciones administrativas en las inversiones, como le pasó a su propio hotel, que debió esperar 10 años, en lo que definió como una «crucifixión». «La isla se muere y nuestra gente necesita dinero y recursos», apostilló.

Durante su intervención en las jornadas, Larroque mencionó a César Manrique y cómo en Lanzarote, promocionando el paisaje cultural y natural, se logró que una isla de la que emigraban sus habitantes se desarrollara al punto de que luego recibía mano de obra, al tiempo que mencionó la labor del arista como «un gran ejemplo de conjunción de la iniciativa pública y la privada».

Elogió que con el sector agrario afectado por la erupción «ha habido una reacción muy rápida» de las Administraciones públicas, y cree importante recuperar sobre las coladas las plataneras destruidas, «aunque solo se pueda recuperar una parte de la superficie afectada», pero destacó que esos trabajos generarán empleo en empresas de la isla.

Dicho esto dejó patente que es «muy crítico» con cómo en La Palma «solo hay ideas vagas, sin precisión» y no se asume la responsabilidad de no haber sido capaces en decenios de establecer un modelo de desarrollo turístico. Comoquiera que desde el público se le dijo que ese modelo se planificó pero no aplicó en la realidad, afirmó que todo lo que no se pueda aplicar no existe.

Dicho esto, reconoció que «lo más urgente ahora» es reubicar a las personas que perdieron sus casas, pero que tengan medios de subsistencia, lo que exige generar actividad económica. Hizo esta reflexión desde la perspectiva de que «ninguna persona debe vivir de la caridad, es innato a la dignidad humana, por lo que tenemos que procurar que la gente se gane la vida».

«La solución no está a la vuelta de la esquina, está mas distante, pues se parece a las consecuencias de un conflicto bélico, pero con la diferencia de aquí no podemos recuperar nada y tenemos que repensar nuestro modo de vida, y ahí el turismo puede abrirnos nuevos campos», concluyó.

* Gracias a EL VALLE DE ARIDANE

https://www.elvalledearidane.com/enrique-larroque-turismo-la-palma-crisis-volcan/

EL VALLE DE ARIDANE
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