Ya hay varias iniciativas de mercadillos de agricultores. Pero esto es una iniciativa generalizada. En lugar de quejarse por el abrumador diferecnial entre los precios de origen y destino en los alimentos. En lugar de quejarse por la competencia infame que hacen las grandes superficies y los desalmados importadores, la producción agrícola y ganadera deben acercarse a los compradores y compradoras.

Y vean lo que dice, al final del víedo el político griego, que, claro, está contra estas ventas directas: "Dan una imagen de la Grecia de los 50". Es que no se enteran.

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