No. A desalmados como M. Rajoy o el genuflexo Clavijo, a cínicas como la Báñez, por allá o la Valido, por acá, esta sangría de gente preparada y esforzada, les tiene sin cuidado. Al contrario, les alegra, porque alivia las cifras del agobiante paro. Y eso que las magnitudes que resalta Violeta Muñoz en este trabajo en EL BOLETÍN y KAOS EN LA RED, se quedan cortas, porque hay mucha chica, mucho chico que se van a buscarse la vida por ahí, pero ni piden la baja consular ni se apuntan en los consulados. Yo, Chema Tante, proclamo que ese medio millón de jóvenes, un millón, de todas las edades, lanzados a la emigración, son  bastantes más. El reportaje de Muñoz lo recomienda Francisco Morote, de Attac Canarias.