La fórmula "low cost" no siempre funciona (Asesoriza)

Bajar el precio, aunque es una alternativa lógica en tiempos de crisis, no siempre es garantía automática de éxito. Además de correr el riesgo de desposicionarse en el mercado, puede que los clientes o potenciales clientes no se dejen llevar por la fórmula "low cost". Es el caso, por ejemplo, de Mango, que lanzó una marca de bajo precio con el nombre de "Think Up" por la que ofrecía prendas a 9 euros. Sólo dos meses después, la compañía dio marcha atrás y, dado el poco éxito de la iniciativa, se planteó retirar esta marca del mercado, ya que, según sus responsables "hemos comprobado que en nuestras tiendas se vende mejor el producto de última tendencia y más caro". Por tanto, antes de decantarse sin más por la fórmula "low cost" analice cuidadosamente los pros y los contras, el efecto que causará en los clientes, los riesgos que conlleva "tirar los precios" y cuál será el impacto en la rentabilidad.