Porque todo esto tiene la misma explicación y el mismo motivo: hacer que la gente sea más pobre y esté en mayor riesgo de caer en la indigencia. De esta manera, a los ricos les resultará más fácil y más barato obligarnos a cumplir lo que ellos creen que es nuestra única función en la vida: trabajar para ellos, servirles, limpiarles, entretenerles y proporcionarles placer. Eso es lo que quería, eso es lo que están consiguiendo. Por nuestra culpa, porque nos dejamos. Cuando nos quiten el último recurso que nos queda, el voto, entonces ya no habrá remedio.

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