Porque hay que entender a Margarita: ahora es el peor momento para dimitir y retomar su cátedra. Ténganse en cuenta que, con el desmonte integral de la legislación laboral que ha consumado el utraliberalismo, ahora Margarita tiene que olvidar prácticamente todo lo mucho que sabe y volver a estudiar lo incalificable. A cualquiera le daría pereza estudiar un derecho laboral decimonónico. Yo la comprendo, pero Margarita podría hacer otra cosa, en lugar de seguir contribuyendo a la desgracia del gobierno de Paulino, que la va a marcar de por vida.

Y una nota especial para mi amigo Carlos, él sabe a quien me refiero: Yo no me meto con Margarita por gusto, ni por ninguna causa personal, todo lo contrario. Yo no tengo la culpa de que esta eminente universitaria (sin ironía ninguna lo digo) a la que respeto en ese ámbito, se haya metido en un jardín para el que no está preparada. El trabajo y la generación del empleo, es una cuestión económica, no jurídica. Y Margarita ha cometido el error de comprometer su prestigio en un gobierno que no la merece. Ella sabrá qué es lo que hace, pero su calidad universitaria y personal no le concede inmunidad ante el esperpento de gobierno con el que colabora.

http://www.sanborondon.info/content/view/46878/1/

http://www.laopinion.es/economia/2012/09/03/contratacion-temporal-cae-15-canarias-verano/432579.html