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jueves, 25 de abril de 2024 00:27h.

Pedro Molina (Agate): “La acumulación de pinocha en nuestros montes es el mayor condicionante para la propagación de los incendios a velocidad de vértigo”

Pedro Molina, presidente de Agate, valoró de este modo en declaraciones a RADIO SAN BORONDÓN  los incendios que están destruyendo los montes de las islas y reflexionó sobre el intenso debate suscitado en las últimas semanas sobre la causa-efecto de abandono de la agricultura con la pavorosidad de los fuegos y explicó que cuando los montes estaban antaño completamente limpios porque se usaban sus recursos sobrantes para la vida cotidiana y para la propia economía familiar no se producían los pavorosos incendios que estamos soportando ahora.

Pedro Molina (Agate): “La acumulación de pinocha en nuestros montes es el mayor condicionante para la propagación de los incendios a velocidad de vértigo”

Dijo que estamos ante acciones criminales propiciadas por auténticos enemigos de la naturaleza

SB-Noticias.- Pedro Molina, presidente de Agate, valoró de este modo en declaraciones a Radio San Borondón los incendios que están destruyendo los montes de las islas y reflexionó sobre el intenso debate suscitado en las últimas semanas sobre la causa-efecto de abandono de la agricultura con la pavorosidad de los fuegos y explicó que cuando los montes estaban antaño completamente limpios porque se usaban sus recursos sobrantes para la vida cotidiana y para la propia economía familiar no se producían los pavorosos incendios que estamos soportando ahora.

 Molina dijo que sin duda alguna estamos ante acciones criminales propiciadas por auténticos enemigos de la naturaleza. Tras reconocer lo insólito de que se produzcan tantos incendios al mismo tiempo, reconoce que por muchas vueltas que le dé a este problema no encuentra una explicación mínimamente lógica que explique esta sinrazón o que den entendimiento al placer que estos delincuentes pueden sentir al ver a las islas ardiendo por los cuatro costados.

Estamos hablando de que por culpa de la acción de los pirómanos se está destruyendo el trabajo de cientos de años de la propia naturaleza, dicho lo cual explica que cuando los montes estaban antaño completamente limpios porque se usaban sus recursos sobrantes para la vida cotidiana y para la propia economía familiar no se producían los pavorosos incendios que estamos contemplando en los últimos tiempos, pese a contar con enormes recursos para combatirlos.
 
Hablamos por tanto de que la actual gestión de los recursos de los montes impide que estos estén limpios y, por tanto, contribuye a la propagación de las llamas por la acumulación de ese combustible y llama la atención al hecho de que cuando en las familias se dependía de esos recursos naturales que daban nuestros bosques para sobrevivir, nadie se planteaba prender fuego porque iba en contra de sus propios intereses.

El presidente de Agate no tiene dudas de que la acumulación de pinocha en nuestros montes es el mayor condicionante para la propagación de los incendios a velocidad de vértigo. En este sentido, recuerda que antaño había familias completas que “vivían de quedada” en los montes y que se encargaban de limpiarlos de pinocha, sin embargo ahora no se permite ese trabajo y los montes están llenos de pinocha que actúa en los incendios forestales como auténtica pólvora.

Pedro Molina afirma que los ciudadanos que subsisten en los medios rurales ya no son responsables de que nuestros montes estén limpios y, por tanto, no son responsables de las dimensiones cada vez más grandes de los incendios porque nuestros montes están llenos de combustible, ya que recuerda que al margen de ser un combustible peligroso en verano, la pinocha en invierno es la responsable de parar mucha agua, lo que propicia su peor conservación, al mismo tiempo de que hablamos de un recurso natural esencial en materia agrícola porque enriquece el terreno de las plantaciones, como igualmente importante es en materia ganadera.

 No se trata por tanto de hacer un uso intensivo y abusivo de los recursos de nuestros montes, como tampoco de la actual prohibición al respecto, sino de saber conjugar respeto a la naturaleza con el tradicional vínculo entre agricultura y recursos naturales, dijo.

Insiste por último en que la cultura de mantener los montes y su limpieza pasa por deshacer los nudos que los diferentes gobiernos han ido haciendo a las normas. Tenemos una soga llena de nudos, cada cual es una ley distinta y una contradicción con el nudo anterior y otra con el posterior, por lo que no tenemos posibilidad de deshacer los nudos, ni de tener más cuerda y, por tanto, de hacer nada”, tras lo que afirma que la gestión de los montes nunca debió llegar a los extremos que ha llegado.