Dice Guillermo que Rajoy, igual que hizo cuando "flexibilizó" (no me lo pierdas) el déficit, también puede, dice el mismo Guillermo  "que tenga ideas para reducir el sufrimiento de los trabajadores, como ha ocurrido con el de los empresarios".

Con esto, el hombre se alinea, quién lo iba a decir, con los sindicatos acomodaticios, CCOO y UGT que demandan solamente negociar y reformular la Reforma Laboral. Y me parece muy bien. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse. Pero tiene que saber Guillermo, igual que las cúpulas de CCOO / UGT que mucha gente, muchísima, incluso de las propias bases de esos sindicatos, no estamos por esa idea. La Reforma Laboral no admite negociaciones. La lucha no terminará hasta que se tumbe, de arriba abajo. Se hará en la calle y se hará en las urnas, siempre de manera pacífica, bueno fuera, pero sin condiciones. Porque la Reforma Laboral ha desmontado todas y cada una de las conquistas que la clase trabajadora ha conseguido con mucho esfuerzo, con mucho dolor. Y no se puede renunciar a  eso. Negociar la Reforma es traicionar la memoria de tanta gente que ha sufrido por obtener esas libertades, esos derechos, esas granatías que el PP -y CiU, que no se olvide- se han cargado.

http://www.laprovincia.es/opinion/2012/03/11/rajoy-margen/444866.html