Buscar
jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

Si alguien roba comida - por Francisco González Tejera

francisco gonzález tejeraEl vergonzoso caso de Yurena Martín, despedida por llevarse 150 gramos de queso y tres panes para dar de cenar a sus hijas en Tenerife, denota la realidad de las empresas privadas a la que los políticos entregan la gestión de los servicios sociales.

Si alguien roba comida - por Francisco González Tejera *

 
El vergonzoso caso de Yurena Martín, despedida por llevarse 150 gramos de queso y tres panes para dar de cenar a sus hijas en Tenerife, denota la realidad de las empresas privadas a la que los políticos entregan la gestión de los servicios sociales. En este caso la de un centro municipal para personas en exclusión, donde supuestamente debería haber sensibilidad y unos mínimos para valorar una acción que no supone delito, solo un gesto de necesidad para una mujer que con un irrisorio sueldo de 400 euros al mes se ve obligada a vivir en una casa ocupa con las niñas, que no tiene para alimentar a su familia, otra víctima más de una sociedad en manos de psicópatas, de empresarios sin escrúpulos para los que las personas somos números, seres humanos en situación de miseria y hambre con los que obtener inmensos beneficios económicos.
 
Si una empresa que se dedica a trabajar con personas en exclusión hace esto con una de sus empleadas, que no hará con la gente que no tiene otra salida que sobrevivir en la calle, una falta de sensibilidad en una zona del estado español con inmensas bolsas de empobrecimiento extremo, suicidios por razones económicas (uno al día), desahucios masivos, récord en desempleo, fracaso escolar y listas de espera sanitarias, donde nuestra gente se muere en los pasillos sin ser atendida.
 
Ningún político debería hacer concesiones y adjudicaciones a empresas de nula compasión social, los pliegos de los concursos públicos deberían tener entre sus cláusulas apartados que contemplen el amor al prójimo, el respeto a los derechos sociales y laborales, lo contrario es poner en manos de personajes sin escrúpulos la gestión de algo que jamás debería ser privatizado, la destrucción de los servicios públicos, de lo que ha costado tantos años conseguirlo, todo tipo de luchas históricas, para que ahora con una frialdad quirúrgica se reprima la necesidad, se deje a una madre con dos hijas sin trabajo por unos trozos de pan duro y una lonchas de queso, alimentos que seguramente hubieran acabado en la basura esa misma noche.
 
¿Es esta la política social que nos ofrecen las instituciones públicas en una zona devastada y embargada de miseria y hambre?
 
¿Despedir a quien roba comida para alimentar a sus hijas?
 
Algo no funciona, algo no encaja en esta sociedad, quizá este sea el futuro que nos espera, la especulación con lo público, la destrucción de lo que llaman “sociedad del bienestar” para beneficio de cuatro sinvergüenzas.
 
Qué fácil es mirar para otro lado y sospechar de la víctima en vez de quienes se enriquecen con el sufrimiento del pueblo, quizá un día te pase a ti y ya sea tarde para que se repare el inmenso daño.
 
Todo mi apoyo a Yurena y sus niñas, que sepa que la única salida es la lucha y la solidaridad contra un sistema criminal. 
 
 
yurena despedida
 
Yurena, trabajadora del albergue de Santa Cruz de Tenerife que ha sido despedida 
por llevarse dos panes y 150 gramos de queso amarillo. 
 
 
 
* En La casa de mi tía por gentileza de Francisco González Tejera