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martes, 23 de abril de 2024 10:22h.

Un año gris y mucho por hacer - por Rubens Ascanio

 

JOSÉ ALBERTO DÍAZ

rubens ascanioEl pasado domingo el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, analizaba en una entrevista su primer año de Gobierno, un análisis muy marcado por la batalla interna que se ha vivido en este tiempo entre un sector del PSOE y CC como elemento más relevante en un mandato gris, con una ausencia casi total de ideas propias.

Un año gris y mucho por hacer - por Rubens Ascanio, Portavoz de Unid@s se Puede en el Ayuntamiento de La Laguna *

 

El pasado domingo el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, analizaba en una entrevista su primer año de Gobierno, un análisis muy marcado por la batalla interna que se ha vivido en este tiempo entre un sector del PSOE y CC como elemento más relevante en un mandato gris, con una ausencia casi total de ideas propias.

El Ayuntamiento que dibuja José Alberto es uno que se consuela con funcionar en punto muerto, mientras se centran las energías en atar en corto a sus socios de Gobierno y consumar una especie de tripartito en B con el PP, dentro de un pacto con el PSOE que nunca se hizo público, que parece casi clandestino.

Me llama la atención de esa entrevista cómo el señor Díaz reconoce que no ha cumplido con los plazos que prometió públicamente para el Plan General; no solo eso, dice alegremente que no sabe, más de un año después de formar el actual Gobierno, cuál Plan es el que quieren.

Con respecto a la economía municipal, tras hablar unos días antes en el mismo medio de que La Laguna no tiene deuda, ahora reconoce que hay una deuda pero que "es pequeña"..., tan pequeña que en el presupuesto de este año pagaremos 14 millones de euros al banco Santander y a La Caixa para poder atender los créditos contraídos para abonar las centenares de facturas de empresas de todo tipo que los gobiernos de Oramas y Clavijo dejaron guardadas en las gavetas consistoriales, un total de 105 millones de euros en servicios sin pagar. Lo simpático es que el alcalde aprovecha para decir que esa deuda, que nos convierte en el municipio más endeudado de la provincia, no impide la correcta gestión municipal. Sí, el mismo Gobierno que justifica en la deuda su imposibilidad de contratar más personal en áreas prioritarias como los asuntos sociales o seguridad, el mismo que ante las AMPAS laguneras explica que no pueden asumir todas las reparaciones y mejoras que los colegios públicos necesitan, o que limita partidas económicas para las actividades de entidades sociales y culturales de todo tipo por estos mismos motivos...

Un año después poco se puede decir del haber municipal, que mucho le debe a las propuestas de la oposición que han decidido cumplir y poco a las suyas. El PGO sigue arrastrándose en el limbo de la indefinición; la sociedad municipal de viviendas, MUVISA, se mantiene en un preocupante bloqueo económico que le obliga incluso a pedir una exención de los tributos que actualmente paga; los presupuestos se cumplen a duras penas, mientras el pago a proveedores no mejora; el gasto político se aumenta en 240.000 euros por la necesidad de contentar a socios potenciales de Gobierno; las deficiencias en Bienestar Social siguen siendo evidentes, etc.

Mientras, en ese mismo año, nuestro grupo municipal ha puesto las herramientas necesarias para mejorar la vida de los vecinos y vecinas de este municipio; incluso aunque sean otros los que finalmente se pongan "las medallas", merece la pena.

Articulando acciones sociales para luchar contra los desahucios, evitar los cortes de agua y luz por motivos económicos, ampliando la actuación de MUVISA para atender demandas sociales, proponiendo medidas como el IBI social y otras medidas de apoyo en los tributos municipales para las familias con una situación económica más compleja. También hemos sido herramienta para acciones vinculadas con el desarrollo sostenible, clave para otro modelo económico, aprobando medidas como la contratación del servicio eléctrico de ciertas instalaciones con compañías cooperativas que trabajen con renovables, favoreciendo la implantación del vehículo eléctrico en el municipio o potenciando el uso de la bicicleta. Tampoco nos hemos olvidado del patrimonio como una clave importante del bien común, incluso de la economía municipal, favoreciendo un importante debate sobre los futuros Bienes de Interés Cultural o sobre la conservación de elementos que son ejemplos de la arquitectura tradicional, menos monumental, pero igual de valiosos para conocer de dónde venimos. Finalmente hemos cumplido una de nuestras funciones más importantes: ser herramienta para que multitud de colectivos y plataformas puedan expresar su opinión sobre problemas que afectan a nuestros pueblos y barrios desde hace años, para hacer posible su participación efectiva en debates claves como los presupuestos o sobre el modelo de desarrollo.

* En La casa de mi tía por gentileza de Rubens Ascanio

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@RubensAscanio