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viernes, 19 de abril de 2024 10:24h.

Lo que el coronavirus destapa - por Juan Espino

 

FRASE ESPINO

 

Lo que el coronavirus destapa - por Juan Espino, miebro de Attac Canarias

Este virus que azota al mundo, además de paralizarlo y llevarse por delante a miles de personas empieza destapar otras “miserias” o pandemias que nos golpean.  En primer lugar que el mundo sólo se alarma cuando las pandemias afectan al “mundo desarrollado”, los G20. Hay otras pandemias que asolan el planeta, pero ni siquiera nos enteramos de ella y si nos enteramos, como no nos afectan directamente, ni las tenemos en cuenta. Leía ayer en el rotativo La Jornada, que el año pasado la malaria se llevó por delante a 400.000 personas en el continente africano, ¿ nos enteramos de ello?, ¿ ocuparon las portadas de los medios?, pues resulta evidente que no.

Que estamos en manos de una élite que con la propiedad y el control de los medios, nos manipula y nos explota es evidente, no hay más que ver como el  empresariado americano hace un llamamiento a mantener la producción “para salvar la economía”, aunque mueran muchas personas. Cuando hablan de salvar a la economía lo que vienen a  decir es salvar sus intereses económicos por encima de todo, ¡ incluso de las vidas humanas!. Confirman con esto la afirmación que hacía Marx en el sentido de que el capital considera a los trabajadores una simple mercancía que se compra  y se prescinde de a ella cuando no se necesita, justificado todo ello con el viejo-nuevo discurso de que “hay que dejar hacer al mercado”.

Otro aspecto que destapa el virus, es como el desmantelamiento de los servicios públicos, en el caso presente los  servicios sanitarios, limitan gravemente la capacidad de los Estados para hacer frente a situaciones graves. Hemos aceptado durante décadas el vaciamiento de las arcas públicas mediante las rebajas impositivas, sobre todo a los que más tienen, con la justificación de que eso era bueno para todos, pues permitía crear más empleo y mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía. Una gran mentira que los datos económicos se encargan de corroborar, pero al que no prestamos nunca mucha atención. Lo aberrante es que este discurso ha sido asumido por sectores políticos que dicen defender los intereses de la mayoría, esa izquierda descolorida y socioliberal, culpable por complicidad con el gran capital, de los grandes males que afectan hoy a la humanidad.

Y, como no, el virus ha venido a destapar también, ¡aún más de lo que estaba!, la falsa y frágil arquitectura de una Unión Europea construida por y para beneficio de los que más tienen mediante la maraña de Tratados que usurpan la soberanía de los pueblos para tomar decisiones que les favorezcan. Baste para ello  un ejemplo: Al igual que en 2008 vemos como una vez más, no se ponen de acuerdo para afrontar esta crisis y viene a decirnos que cada cual busque su propia salvación. La reunión de este jueves de los jefes de gobierno es un ejemplo de ello. Hasta cuándo vamos a soportar que esa llamada “liga hanseática” del centro-norte europeo siga considerando a los países y ciudadanos del sur europeo sus vasallos.

Es hora de hablar alto y claro de que esa UE solo está para servir a la banca y el gran capital y para ello basta un ejemplo. Hace poco se aprobó, no sin grandes resistencias, que el Banco Central Europeo liberase 750.000 millones de euros para afrontar la situación. Lo que no se dijo es que , una vez más, la banca va a volver a sacar “tajada” de esto, ¿ por qué? Pues porque con la imposición de Alemania en su momento de que el BCE fuera “independiente” y como queda recogido en los Tratados, éste no puede prestar dinero de forma directa a los Estados miembros, sino a través de la banca privada. Eso va a suponer que ese dinero que el BCE pone a disposición de los bancos al 0%, éste lo suministrará a los Estados cobrando  los correspondientes intereses a costa del erario público, que una vez más deberá retrotaer dinero para inversión pública con el fin de pagar los correspondientes intereses. Como afirmaba el economista Juan Torres hace unos días en un artículo, los grandes bancos europeos han ganado en intereses de deuda 4 billones de euros.

Dinero que en su mayor parte se hubiese ahorrado el erario público de los países deudores, si el BCE como cualquier banco central en el mundo, pudiera prestar directamente a los Estados. Recordemos aquel acto con nocturnidad y alevosía que pactaron el PSOE y el PP, para modificar la Constitución con el fin de garantizar el pago de la deuda y sus intereses, por encima de la financiación de los servicios públicos. Empezamos a vislumbrar a dónde nos ha llevado  en las últimas décadas este capitalismo financiero depredador, que nos lleva al desastre medioambiental, y empobrece cada vez más a la ciudadanía mundial. Antepone sus intereses por encima de cualquier cosa que cuestione su afán de beneficio. Basta leer como se hizo oídos sordos al informe de la Organización Mundial de la Salud , (ver informe en la siguiente dirección web: https://apps.who.int/gpmb/assets/annual_report/GPMB_Annual_Report_Spanish.pdf ),  que nos avisaba  de la catástrofe que se avecinaba y a la cual hicieron oídos sordos. 

Lo peor es que no solo hacen oídos sordos los poderes económicos, sino que también lo hicieron los poderes políticos, que actúan como he afirmado en muchas ocasiones, como mayordomos del capital, anteponiendo los intereses de este antes que los de aquellos que dicen defender, la ciudadanía que les elige. Lo tremendo de este informe es que no revela que esto no es más que el principio, pues la deforestación y el cambio climático, consecuencia de la sobreexplotación ambiental y la consecuente destrucción de la naturaleza, de la que formamos parte, ¡¡que no se nos olvide!!, nos hace cada vez más vulnerables y nos expone a que se propague este tipo de pandemias con mayor frecuencia. 

No se trata de ser pesimistas, pues está en nuestras manos hacer que la situación cambie tomando conciencia de los graves problemas que afrontamos. Para ello  es necesario que acometamos que la democracia nos es sólo el hecho de que cada cuatro años vayamos a votar a unas personas que nos dicen que nos representan y en los cuales confiamos muy poco, sino que la misma nos abre la posibilidad de ser ciudadanía comprometida con su destino y exigir activamente, en la calle si es necesario  y de forma pacífica, un cambio en profundidad a aquellos que nos dicen representar, para que de verdad pasen del lenguaje retórico a acciones que mejoren nuestras condiciones de vida. Nos va en ello nuestro futuro y el de las generaciones venideras.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Juan Espino

JUAN ESPINO ATTAC

MANCHETA 13