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jueves, 25 de abril de 2024 03:33h.

Hace falta que la soberanía popular ponga pie en pared

De cuando “la guerra de Putin” y el “yo maté a Manolete” acaban sonando por igual a cachondeo - por Carlos Martínez

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De cuando “la guerra de Putin” y el “yo maté a Manolete” acaban sonando por igual a cachondeo - por Carlos Martínez,  politólogo y secretario general del Partido Socialista (PSLF). Miembro del Comité Científico de Attac

 

Mientras todas las grandes potencias reconstruyen la multipolaridad a fuerza de amenaza, invasión y/o fomento de la guerra, los pueblos sufren carestía de precios, bajos salarios y/o falta de libertad. 

Los dirigentes europeos con una ceguera fuera de lo común (me gustaría pensar que es eso), inmolan a la Unión Europea en beneficio de los EE.UU y del capitalismo globalista anglosajón.

 Que el mundo llevaba años cambiando era una evidencia tanto económica como militar a escala internacional, que el capitalismo occidental-OTAN, sus medios “informativos” y su aparato de propaganda cultural a base de entes de influencia subvencionados, como el Instituto Elcano en el caso español, han negado e ignorado contribuyendo a engañar a las multitudes. Su último invento propagandístico ha sido llamar “comunidad internacional” a siete potencias que juntas no poseen más allá del 15% de la población mundial y encima son vulnerables militarmente gracias al holocausto nuclear. Un desastre para los pueblos y sus clases trabajadoras, sobre todo para las más acostumbradas a consumir, gastar y pensar que eran algo superiores pues mayoritariamente blancas, podían visitar países empobrecidos en vuelos baratos.

La gran crisis capitalista es anterior incluso al estallido de 2008 y comenzó con el paulatino debilitamiento de la globalización neoliberal. Varías crisis hicieron estallar las burbujas capitalistas siendo en el estado español la más famosa la crisis del ladrillo. El capitalismo casino no era sino una huida hacia delante y para su desarrollo era imprescindible el debilitamiento de los estados y la destrucción y privatización paulatina del estado del bienestar así como la deslocalización industrial. Y en eso estamos, de aquellos polvos, estos lodos. 

Ahora ese capitalismo casino en crisis muy aguda, se transforma en capitalismo rapiña o pirata y la solución es robar mercados mediante la guerra, ya sea armada o híbrida. Por eso los EEUU y la OTAN nos están metiendo en una guerra a Europa Unión y es Europa la gran sacrificada en beneficio del capitalismo y los intereses de los EEUU y encima nos llaman a hacer sacrificios, ganar mierda, bajar las calefacciones, quien la tenga, o pagar el triple por frutas, verduras o pan de trigo. Ningún principio, todo es mentira. Se trata tan solo de recomponer el mundo en su interés y los mercados.

Pero el mundo no responde como Sánchez, Borrell o Biden quisieran. El mundo es muy grande y China, India, Paquistán, gran parte de África, el mundo árabe o gran parte de América Latina son inmensos mercados, con millones de habitantes que pueden pasar perfectamente de Europa y los EEUU, no así Europa que carece de todo. Además muchas potencias fuera de la “comunidad internacional “están construyendo sus propias alianzas militares o al menos sus propios mercados. Incluso Turquía socio de la OTAN juega sus propias cartas y Arabia Saudita le acaba de hacer un corte de mangas a Biden.

Las medidas tomadas por Sánchez en solitario dentro del parlamento al calor del debate del estado de la nación, para paliar la crisis total, son tiritas para el cáncer. Mientras no se intervengan los mercados y se nacionalicen las eléctricas nada de nada. Además ser prisioneros de una Comisión Europea enloquecida y llamando a la guerra, es algo suicida, suicida para el mismo presidente, pues Europa o más bien el G7 está entrando en una crisis de gobernanza que no ha hecho más que comenzar por Gran Bretaña e Italia además de en otras potencias menores. Es ese el camino que Sánchez busca, nos preguntamos. Es dar paso a la derecha corrupta y sin ideas del PP más allá de incrementar estos su dependencia de la UE, los EEUU y la guerra, pregunto. Es facilitar que el PP acabe con lo que resta de estado del bienestar en beneficio de las grandes empresas, seguimos preguntado.

Hace falta que la soberanía popular ponga pie en pared. Es hora de que la soberanía popular, es decir el Congreso, haga algo y frene a Napoleón Sánchez que a quien primero perjudica es a la clase trabajadora, pero después a su propio partido. Pero su partido “fruto de la revolución sanchista” está preso, secuestrado y con una solo persona tomando todas las decisiones y esta es la práctica más contraria que existe al funcionamiento de un partido político que afirma ser socialista.

Como el PSOE no es socialista hoy, es monárquico y no se enfrenta al gran capital y al globalismo, Suma de Yolanda Díaz pasa de partidos y camina errática en busca de “personas” siendo anti-partido, práctica ésta alejada de las formas de los partidos obreros, la conclusión solo puede ser que la clases trabajadora necesita su partido, el partido del Trabajo, de las clases populares, del socialismo, que informe de verdad, defienda de verdad los intereses de la clase trabajadora y promueva el cambio constitucional. Vamos a vivir grandes movimientos políticos y convulsiones sociales que necesitan de estar organizados, no en base a buenísimo personal, sino a coherencia política y búsqueda de un nuevo escenario internacional. Argelia nos va a dar un castañazo con el gas, los EEUU nos venden el suyo un 40% más caro, el trigo va a escasear y los fascismos engañan, mienten y trabajan para las grandes corporaciones, bancos y fortunas. La solución es nuestra toma de conciencia y organización. No estamos ya ni para juegos, ni para soluciones parciales.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Carlos Martínez

CARLOS MARTÍNEZ PSLF
CARLOS MARTÍNEZ PSLF

     

 

MANCHETA JULIO 22