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viernes, 26 de abril de 2024 01:00h.

Lo que cuesta un escudo franquista en La Palma - por Nicolás Guerra Aguiar

La señora García Leal (que lo es a sus principios), doña Noelia, aparece como desconcertante política con la representatividad de concejal y, a la vez, portavoz de los ppopulares en el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, el municipio más poblado de La Palma. Esta señora ejerció mando en plaza hasta hace unos meses, pues sus anteriores socios en el Gobierno municipal se aliaron con Coalición Canaria y ambos, juntos de mancomún, presentaron un voto de censura. Como resultado, la tal señora perdió la alcaldía: pasó a manos de otra dama.

Lo que cuesta un escudo franquista en La Palma - por Nicolás Guerra Aguiar

   La señora García Leal (que lo es a sus principios), doña Noelia, aparece como desconcertante política con la representatividad de concejal y, a la vez, portavoz de los ppopulares en el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, el municipio más poblado de La Palma. Esta señora ejerció mando en plaza hasta hace unos meses, pues sus anteriores socios en el Gobierno municipal se aliaron con Coalición Canaria y ambos, juntos de mancomún, presentaron un voto de censura. Como resultado, la tal señora perdió la alcaldía: pasó a manos de otra dama.

   Pero, a fin de cuentas, alianza o tratado político que no es insólito o novedoso, pues viene a ser remedo de lo que ocurrió en el Parlamento regional dos años atrás: aunque la lista encabezada por el señor Soria –del PP- fue la más votada, no llegó a obtener la mayoría absoluta. Como reacción contraria, un legítimo aunque llamativo pacto CC-PSOE -incólume hasta el momento, con tendencia a continuar- le arrebató la presidencia del Gobierno canario que, en puridad, le habían otorgado los votantes.

   Así, una señora despoja de la alcaldía a otra por culpa de un partido que traicionó aquello de ‘’te quiero más que ayer pero menos que mañana’’. Y como estas cosas de las traiciones políticas municipales impactan, hete aquí que tales desprecios desequilibraron emocionalmente a la primera amada de los psocialistas. Y esta, volcánica efervescencia cual Teneguía, irrumpe en escena con llamativos procederes temperamentales quizás llevada por el desaire de su primer amor político, tal vez apasionadamente impactada por ser vos quien sois, mi generalito, generalísimo, caudillo…, acaso en mística efervescencia.

   Noelia García Leal (a sus principios)

Lo cierto es que la señora García Leal, doña Noelia, anda algo encochinada porque el nuevo equipo de gobierno municipal osó aventurarse en muy peligrosa actividad de quíteme usted ese escudo franquista que otea desde el edificio ayuntamientil. Actuación que puede significar la ira encolerizada de los dioses y, en consecuencia, quizás hasta la desaparición de Los Llanos de Aridane en una nueva irrupción volcánica, que el Diablo son las cosas, tal les sucedió a Sodoma y Gomorra, ciudades malditas. (Sus nombres ya aparecen en el Génesis, y fueron arrasadas por fuegos y azufres como castigo divino por haber consentido la práctica de actos deshonestos. De Sodoma, etimológicamente, deriva el sustantivo español  sodomía.)

   La señora García Leal, leal a sagradas tradiciones, lamenta que el ímpetu de los nuevos concejales en el poder municipal ya no solo arrase –y arrasó- con el escudo recordatorio del fascismo, sino que además hayan gastado dinero en tal labor destructiva en vez de dejarlo que se fuera cayendo a cachos, o a fisquitos, que eso en dos siglos más o con nuevas sacudidas volcánicas hubiera salido hasta gratis. Además, el nuevo equipo de Gobierno no solo atenta contra la historia pasada –él, que lo había dejado todo “atado y bien atado”-, sino que quizás ofenda a quienes intentaron elevarlo a los altares aunque algunos rojos clericales lo impidieron, Dios los perdone.  

Retirada del escudo que recordaba al fascismo en el ayuntamiento aridanense 

  La señora García Leal, no obstante, muestra un respeto absoluto por el cumplimiento de la ley, lo cual la dignifica, sin duda. Y aunque es algo irónica cuando plantea que si el escudito era el único problema de Los Llanos de Aridane (le perpleja que desmonte y destrucción hayan sido la primera obra del nuevo equipo de gobierno), en eso tiene algo de razón: mientras gobernaron con ella, los psocialistas no presentaron moción alguna. Sin embargo la señora concejal, ya ven, consciente de que los dineros no se pueden tirar y de que el espíritu de la Historia patria nos vigila, contraataca en sutil y riguroso credo cuando estima que “algún colectivo habían mostrado su interés y no estaría de más valorar esa posibilidad”. Y vuelve con la matraquilla que la perturba en apariencia cuando se interesa por lo que costó aquella obra de eliminar el escudo fascista. Señora, yo se lo voy a decir, por contraste.

   Aquel nefasto símbolo costó la vida a miles y miles de ciudadanos que lucharon defendiendo el poder constitucional surgido en febrero de 1936 y contra el que se sublevaron quienes habían jurado lealtad a la democrática Constitución republicana. Les costó la vida también a otro medio millón de españoles víctimas del tiro en la nuca, en la sien, garrote vil, masivos fusilamientos, pozos del horror, simas, patitos a la mar, campos de concentración, hambre, miseria, podredumbre, enfermedades... Y La Palma, su tierra y la de Hermelo, Wladimiro, Néstor, Carlos Barreto…, sabe de eso, señora, porque fue brutalmente perseguida, saqueada, militarizada por quienes usaron la fuerza bruta para imponerse. Camine usted, señora, por esos montes palmeros. Pero hágalo con serenidad: podrá encontrar fosas en las que pudrieron a gentes con nombres y apellidos (padres, parejas e hijos) cuyo delito fue creer en la libertad. Y vaya a hemerotecas, sabrá que hubo varios periódicos de palabras nobles en una Isla que fue culta, pensadora, serena y apacible.

  A decenas de miles de gentes anónimas les costó el exilio, la pérdida de su identidad como ciudadanos de un país en el que empezó a ser delito de sangre el amor a la libertad, el canto a la fraternidad social, la reclamación de instituciones democráticas. Costó, señora mía, cuarenta años de cárceles por razones ideológicas. Costó palizas, desapariciones, pisoteos a la elemental condición humana, insultos a los básicos derechos de las personas.  Miles de paisanos nuestros sufrieron en sus carnes, en sus mentes y en sus esencias las miradas y los insultos de quienes los trataron como a vulgares delincuentes, parias de la sociedad, desechos humanos porque en sus cabezas seguían bullendo ideas tan revolucionarias y peligrosas como  las utopías de  un mundo justo y respetuoso con las ideas ajenas.

   Por tanto, señora exalcaldesa, quizás debió usted permanecer en silencio. Pero, ya ve, el sistema democrático permite exponer las ideas… y no pasa nada.

También en:

http://canarias-semanal.org/not/11426/lo_que_cuesta_un_escudo_franquista_en_la_palma

http://www.canarias7.es/articulo.cfm?Id=320365

http://www.infonortedigital.com/portada/component/content/article/27169-lo-que-cuesta-un-escudo-franquista-en-la-palma

La noticia que motiva el artículo:

http://elapuron.com/noticias/municipios/10954/garca-leal-critica-las-formas-de-retirar-el-escudo-franquista-y-pregunta-por-el-coste/