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martes, 23 de abril de 2024 07:33h.

¿Pero hay una derecha democrática? Al neoliberalismo le sobra la democracia -  por Carlos Martínez

 

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¿Pero hay una derecha democrática? Al neoliberalismo le sobra la democracia -  por Carlos Martínez, politólogo, secretario general del Partido Socialista (PSLF) y miembro del Comité Cientifico de Attac

 

Desde un punto de vista científico la democracia que tenemos en la mayor parte del territorio mundial OTAN, tiene nombre y apellido y es DEMOCRACIA LIBERAL que también podemos definir como formal. Esto es una verdad incuestionable, es más la Unión Europea en sus reglamentos y directivas prohíbe el socialismo y se declara territorio libre mercado, poniendo al mercado por encima de los pueblos y sus derechos sociales. 

Las constituciones liberales actuales, consagran el principio de propiedad privada por encima de otros y esto puede ser tema de debate e incluso puede estar bien, siempre y cuando se permitan posibilidades de alcanzar sociedades más justas y con reparto de la riqueza pero en la práctica es inviable. Es decir son las constituciones liberales constituciones que consagran una determinada ideología burguesa y no garantizan los derechos de las mayorías sociales a prosperar y repartir. O bien no dicen nada, pero luego en sus leyes simplemente prohíben medidas socialdemócratas o de reparto de la riqueza y propiedad pública. 

Por tanto las constituciones liberales vigentes, son eso, liberales, pero liberales del siglo XXI por supuesto no del XIX. Sé que esto espantará a más de uno, pero creo que la izquierda solo podrá aclararse y plantear programas, no ya de cambio, sino de simple reforma sino es consciente de a quien tiene enfrenta y como volver a ilusionar a las clases populares y trabajadoras. Por supuesto que los cambios se pueden iniciar desde los parlamentos, pero con un programa transformador y la voluntad política de ejecutarlo. 

En el estado español, la cosa es más grave todavía, puesto que el franquismo continúa vivo y militante. No me refiero a nostálgicos camisas azules, sino a monárquicos autoritarios y herederos de las ideas que Franco encarnó, es decir una patria única de los poderosos y centralista, una familia tradicional y patriarcal, una religión oficial propia basada en el catolicismo de Trento y la persecución de herejes, un derecho de propiedad sagrado que consagra el derecho a prohibir y perseguir cualquier intento de defender y ampliar derechos de clase trabajadora, igualdad y reparto de la riqueza, con un sistema fiscal injusto solo con impuestos indirectos y que paguen las clases humildes y no poseedoras. Ese es el programa del PP y de VOX y lo demás son tonterías o bien cesiones ante el poder establecido y el estado propiedad de los poderes heredados de Franco por las familias franquistas, incluida la Borbón, que nos dominan y el felipismo apoya.

La Unión Europea ha elevado el neoliberalismo a doctrina comunitaria y ahora en estos meses hace lo propio con el globalismo anglosajón. La UE entra de lleno en la guerra globalista y no admite ninguna disidencia con respecto al poder global anglosajón y su visión capitalista. Pero habla de democracia y afirma defender la democracia.

Solo es democrático lo que ocurre en como mucho 31 estados mundiales. Lo demás no lo es. El 15% de la población mundial cual pueblo elegido por Soros tiene derecho a imponer sus intereses al resto del mundo. Claro, los intereses del 1% de ese 15% mundial.

A base de publicidad mentirosa pero total y que nos llena hasta los poros de sus “verdades” engaña a sus pobladores y pobladoras y les domina a su interés. Todo lo demás es malo.

En el reino de España, la derecha cree tener el dominio de la democracia y si no gobierna no reconoce ni se siente concernida. El estado es de ellos, el rey por supuesto. El problema es que la izquierda institucional entra en su juego y por tanto no solo no puede hacer políticas eficaces de igualdad y de freno de la especulación y la injusticia, sino que jugando en ese campo acepta las limitaciones que la corona y los ricos le imponen. Es más les hace felices ser aceptados por ellos.

Pero el resto de Europa tiene tics semejantes. Jeremy Corbyn fue un caso paradigmático sin haber alcanzado el gobierno. Todo el sistema británico lucho contra este socialista laborista que si era un problema real para las clases dominantes. Todo el aparato mediático, económico y cultural de Europa fue puesto en contra de él y lo que significaba aún sin llegar al poder. Es decir no se permite al socialismo, si este es coherente incluso siendo socialdemócrata.

Fuera de Europa en América Latina, continente injusto donde el neoliberalismo ha sido impuesto a sangre y fuego vía dictaduras militares y golpes de estado se acaba de vivir otro ejemplo, antes ocurrió lo de Bolivia pero allí el pueblo pobre ha triunfado. En Perú un presidente electo de izquierdas y de los pobres, gana las elecciones, su mandato ha sido imposible, no le han dejado hacer nada amen de sus errores y sus vacilaciones. Y en Europa la UE y sus gobiernos y sus medios de información ahora acusan de dar un golpe de estado a un señor, por dar un discurso en televisión, sin apoyo ni militar, ni policial, ni de los ricos y las grandes empresas, de nada más que del pueblo pobre indígena, pero resulta que se dice que es un dictador, a un señor que siendo presidente de la República, sí que puede disolver el parlamento y convocar elecciones, cuando en toda la UE quienes disuelven las cámaras y convocan elecciones son los primeros ministros y presidentes de gobierno o presidentes de República. Otra demostración más del avance cada día más firme hacía formas autoritarias, nuevos fascismos, ósea la dictadura “liberal”.

Para acabar, en el reino de España, la derecha por ejemplo con respecto a Cataluña u otros territorios no oculta su posición y se niega no ya al democrático derecho a decidir, sino que exige represión. Las derechas no aceptan nada que no sea poder y privilegios y este es el discurso que debe hacer la izquierda y abrir el debate republicano en un estado comandado por franquistas, pensando la oligarquía madrileña y española que se gobierna por derecho divino y no por el derecho y/o la voluntad popular. Al no haber podido expresarnos sobre la forma democrática de jefatura de estado, se nos discute no solo el derecho democrático a elegir órganos judiciales, sino incluso a regular el derecho a la vivienda, subir el salario mínimo o acabar con la especulación criminal de los alimentos o la luz.  

  

* En La casa de mi tía por gentileza de Carlos Martínez

CARLOS MARTÍNEZ PSLF
CARLOS MARTÍNEZ PSLF

 

 

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