Día de Canarias desde la rebeldía

Amado Carballo Quintero

REUNIR EL HIERRO

Nuestra historia relata cómo el treinta de mayo de 1481 se firmó en la ciudad de Calatayud un acuerdo entre un Guanarteme de Gran Canaria y los Reyes Católicos. En virtud de dicho acuerdo la isla de los canes se sometía a la autoridad de los reyes castellanos y cuatrocientos años después un grupo de políticos canarios decidió que la fecha del 30 de mayo debía ser conmemorada como Día de Canarias, no por la firma de aquel acuerdo de Calatayud, sino porque ese día también se celebró la que fuera la primera sesión del Parlamento canario que nació del Estatuto de Autonomía aprobado. 

Desde entonces han pasado cuarenta años más y podemos afirmar que en algunas cosas hemos cambiado, pero en otras tantas seguimos igual o peor. Seguimos teniendo en nuestra tierra una de las más altas tasas de desempleo, peores salarios y los horarios más extensos. La brecha salarial entre hombres y mujeres se reduce muy lentamente. Hemos cambiado bastante a peor en la destrucción de nuestro territorio y de nuestro medio ambiente. No logramos un territorio con una política de vivienda que solucione los graves problemas que acumulamos; nuestra Sanidad continúa acumulando listas de espera mientras la privada sigue acumulando derivaciones, y queda aún mucho por avanzar en nuestro sistema educativo.

En Canarias también los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Nuestra autonomía, con su Estatuto, su REF, su ZEC, su RIC y demás instrumentos fiscales ha conseguido que los de arriba tengan más y los de abajo aún menos, proporcionalmente hablando. No somos distintos de las tendencias globales, ni nuestro sistema lo evita.

Vistas, así las cosas, pareciera que el treinta de mayo, día de Canarias, lo único que celebramos es un acuerdo de unos pocos para sentarse en un Parlamento. Pareciera por ello que no es el día de los canarios y de las canarias, de nuestra gente que tanto ha luchado y trabaja para sacar adelante a todo un pueblo, salvando y defendiendo su bienestar, su cultura y su territorio.

Más parece que este día es el de unos pocos políticos y políticas que se emocionan durante unos veinte días con isas y folias, olvidándose el resto del año de nuestra cultura y nuestro folklore. 

Como si solo fuéramos canarios estos días de mayo. Tenemos claro que los alumnos de las islas celebrarán en sus colegios y centros de estudios este día. Se bailarán ritmos folclóricos, se recitará y cantará en honor a las islas..., pero cosas tan importantes como el reparto desigual de rentas en Canarias, los horarios extenuantes, las reivindicaciones de las kelys y de los y las trabajadoras en general, no estará en el orden del día. 

Si vamos a celebrar el Día de Canarias este 30 de mayo debemos hacerlo desde la rebeldía, desde la denuncia de las injusticias y la exigencia de una mejor vida para todas. Lo contrario es el juego de todos los años, ese juego en el que los políticos nos miramos encantados pensando en nuestras cosas políticas, mientras los ecos de la dura realidad de la vida de nuestra gente nos llegan cada vez más lejanos.

Amado Carballo Quintero

Reunir El Hierro.