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viernes, 19 de abril de 2024 00:09h.

El diagnóstico de matar cabras... - por El Padre Báez

el padre báez... no me corresponde a mí darlo, sino a los psiquiatras:

El diagnóstico de matar cabras... - por El Padre Báez, presbítero *

... no me corresponde a mí darlo, sino a los psiquiatras: Que recuerda uno, de cuando estudiante de dicha asignatura (un profesor alemán en Sevilla, y dentro de la carrera eclesiástica, nos explicó lo de la sublimación, algo así como que hago esto, para compensar aquello otro. A ver si me explico: alguien con un trabe, a saber qué (familiar, personal, complejo de inferioridad, etc.), sublima o sustituye una carencia u objetivo, con algo que compense y anule lo otro. No sé si me he explicado; lo intento de nuevo: hago aquí, o fuera de mi casa, lo que no puedo hacer allí, o dentro de mi hogar, y así suplo. Pongamos un ejemplo: ese que se desganastilla en el campo de fútbol, no es un hincha, sino alguien reprimido, que al no poder hacerlo en su hogar, porque su mujer le pegaría, ¡y qué dirían de él los vecinos!, va y se desfoga contra el pobre árbitro, que pasa a ser chivo -hablando de cabras, como que viene a dedo y es lo que más oportuno- expiatorio, en el que descarga todos sus complejos y temores liberándose en parte del trauma que padece o tiene y que lo desvía y encausa por donde liberarse y ser él mismo (autentificando su pobre personalidad). Aquí, con esto de dar la orden y de aconsejar se maten las cabras, debe haber algo de o para el psiquiatra. Estoy tan seguro de esto, como de la existencia de Dios, en quien creo firmemente. De tal forma y manera, que sabiéndose la razón oculta, aunque no sepamos de qué va la cosa -aunque algo se sabe (ha salido publicado)- desistirá de esa obsesión maniaca que roza con la esquizofrenia o paranoia. Razones éstas, que nos hace pensar el cabildo está en manos de psicópatas, que deben hacer la terapia correspondiente y sería esta la salvación y solución de las cabras, que son pobres víctimas de fracasos o de problemas familiares, personales, sexuales, de desvío, empresariales, de partido, etc. Es algo así como refuerzo mi personalidad, llevando la contraria a todo el mundo, porque lo digo yo, ¡y basta! En realidad, no soy nadie, pero ante mi esposa, la sociedad, el partido, los Medios, los compañeros, etc., ¡qué grande soy que hago esta masacre, porque me sale no del cerebro sino de algo cuyo nombre también comienza por “c”! Es decir, estamos gobernados por enfermos de la mente, y lo descargan, para “curarse”, con las pobres cabras. Ciertamente, estamos ante personas patológicas (les recuerdo, quePathos es un término o vocablo griego [πάθος] que significa enfermo o enfermedad, enfermos de la mente, y se sabe, esta gente es peligrosa, debieran curarse, ponerse en tratamiento, un tiempecito en la Quinta de Reposo en Santa Brígida, y se acababa esa sed de sangre de cabras, en lugar de hambre de su leche; es mi consejo.

El Padre Báez, al que leen más de un psiquiatra, me corrija si me equivoco; y a cuantos conozcan a psiquiatras -que tal vez no me lean- le presenten el caso, y sean tan amables y me digan si estoy en un error, en cuyo caso me lo mejore: Estamos en manos de psicópatas, de enfermos psíquicos, maniacos, depresivos, faltos de personalidad, acomplejados, etc., que de no serlos: se acababa este cabricidio (y encima los Medios lo silencian, cuando debieran más y mejor que uno, descubrirlo, razón de su ser o existencia, tener por obligación que investigar).

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Sobre los lagartos y mis gallinas, el comentario del hermano en el sacerdocio, y algo de humor:

Creo que seguirlas cuidando y aprovechando... los lagartos les

aportan proteínas. Recordando que no podemos martirizar a ningún animal, pero SI aprovecharlos.

Recordando también que a los animales no se les puede AMAR, pero

Sí quererlos, tratarlos bien y hacer un uso racional de ellos.

Y "SURSUM CORDA"... ves que mi Tableta ya sabe algo de latín.

Un abrazo y buena tarde,

Juan Antonio Santamaría Alonso – Sacerdote

* Remitido por El Padre Báez para su publicación en La casa de mi tía