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viernes, 26 de abril de 2024 07:08h.

Érase una vez - por Isidro Fuentes

Erase una vez un país maravilloso llamado España. En ese país sus representantes tenían que convencer a sus ciudadanos de que sus gestiones eran las mejores para llevarlos a la prosperidad.

Érase una vez - por Isidro Fuentes *

Erase una vez un país maravilloso llamado España. En ese país sus representantes tenían que convencer a sus ciudadanos de que sus gestiones eran las mejores para llevarlos a la prosperidad. Decían utilizar un método para ello: la democracia. Pero no todo era bueno en esa nación; una oscuridad perniciosa y codiciosa se apoderó de sus gobernantes durante décadas sumiendo en el más profundo tenebrismo y desesperanza a sus ciudadanos. Robaban- la corrupción les costó 48.000 millones de la moneda local, eran déspotas, falaces, ineptos. La bruja de la indolencia, que era el gran castillo del poder, nubló la mente de la ciudadanía y les hacía votar toda esa maldad. En ese país existía un aparato diabólico donde sus gobernantes accedían al pueblo: la televisión. Y este fue utilizado maléficamente ayer para transmitir sus propuestas, que resultaron ser los mismos engaños infantiles y egocéntricos de siempre. El debate resultó irrelevante, desdibujado y sin propuestas rupturistas, frescas y avanzadas, donde la mediocridad, la demagogia, los nervios, el encorsetamiento y lo conservador ganó por goleada. Si su presidente salió indemne, solo demostró la incapacidad innata del resto. España al final mordió la manzana y solo ranas la besaron. Ese país tan hermoso nunca se rebeló ante tamañas artimañas y pereció por fin, en la nube sombría y lóbrega que lo dirigió durante toda su existencia. 

Hija mia, no todos los cuentos tienen final feliz.

Y ahora a dormir....

* En La casa de mi tía por gentileza de Isidro Fuentes.Los Realejos