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miércoles, 24 de abril de 2024 07:47h.

Felipe González a Zapatero: “Gobernar el PSOE desde la Moncloa”. Rememorando (1) - por Antonio Aguado Suárez

 

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Felipe González a Zapatero: “Gobernar el PSOE desde la Moncloa”. Rememorando (1) - por Antonio Aguado Suárez *

Aunque con mucha tristeza como consecuencia del terrible atentado del 11 de marzo, pero la victoria obtenida por el Partido Socialista en las elecciones generales, produjo en los votantes de izquierda y progresistas esperanza y alivio,  pues la situación que se había originado durante los últimos ocho años de gobiernos del Partido Popular, pero fundamentalmente en el transcurso de la última legislatura, era realmente insoportable, debido a la tensión y crispación que veníamos padeciendo.

El mensaje muy sincero de José Luis Rodríguez Zapatero iba en la línea opuesta, reclamando y ofertando desde el respeto a los demás y el reconocimiento a la diversidad y pluralidad, distensión, dialogo y consenso. Ese que ha sido uno de sus principales mensajes desde que fue elegido como Secretario General del PSOE, fue comprendido y aceptado por la mayoría de las ciudadanas y ciudadanos de este país.

Después del triunfo ha venido insistiendo en ese mensaje y exponiendo otros, algunos dirigidos especialmente a sus compañeros de Partido y más concretamente a los que a partir de ahora tengan que asumir responsabilidades de gobierno. Muy importante fue su intervención del  pasado viernes (26/03/04), en el Comité Federal, donde reclamó humildad, no gobernar de espaldas al pueblo y austeridad en el plano institucional y personal, todo eso lo expuso en el sitio adecuado, el Comité Federal que es el órgano máximo del Partido entre congresos y desde la autoridad moral que le confiere ser  un hombre afable, austero, sencillo y socialista de contrastada coherencia, como lo demuestra con el  ejemplo de tener a sus dos hijas estudiando en colegios públicos.

El Partido Socialista tiene un espectro ideológico muy amplio y por supuesto que las medidas y gestiones que en ese sentido lleve a efecto el futuro gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, para conseguir una sociedad más justa, no contentaran en bastantes ocasiones a muchos de sus votantes y simpatizantes, ni tampoco a sus afiliados y militantes, que como  reflejos de la sociedad,  podrán pensar unos que las medidas adoptadas son excesivas y  por el contrario otros considerarlas insuficientes. 

Sin embargo lo que si podría concitar una mayor aceptación sería, profundizar para lograr una sociedad más democrática, participativa, plural y transparente, en eso confiamos y tenemos depositadas todas nuestras esperanzas, militantes que llevamos mucho tiempo en el PSOE  y otros que por decepción debido a que el Partido en gran medida adolecía de todo eso,  se habían marchado, pero que actualmente y gracias a esos mensajes creemos que muy sentidos de Zapatero, están pensando regresar.

Después de la intervención de Zapatero en el referido Comité Federal, el primero en solicitar la palabra para el debate fue Felipe González, tratando de aconsejarle: “y ahora José Luís, a gobernar el Partido desde la Moncloa”, seguramente en clara alusión al Partido. Estoy completamente seguro que Felipe González por su experiencia y capacidad, puede en muchísimos temas ser un buen asesor de Zapatero, pero no precisamente en este, pues el recuerdo que muchos militantes tenemos,  de los cerca de catorce años que gobernamos anteriormente, fue que se hizo exclusivamente desde la Moncloa, al margen de la sociedad y por supuesto del propio Partido, que estaba condicionado, mediatizado y a nivel federal prácticamente secuestrado (a otros niveles inferiores sin el prácticamente).

Eso en aquellos años lo reflejaba un medio de comunicación nada sospechoso como El País,  informando de que hasta el 95 % de los delegados a los congresos federales eran altos cargos de la Administración, esa misma proporción correspondía a los miembros del Comité Federal, con todo lo que eso implicaba: falta de debate y autocrítica, como tampoco alternativas a lo establecido. Se crearon unas estructuras nada democráticas (voto por delegación y no por delegados), llegándose a pronunciar consignas y frases reaccionarias: hay que ser pragmáticos, realistas, esto no es un partido asambleario,  etc..., pero la peor de todas: “quien se mueva no sale en la foto”, el compañero que pronuncio esa frase tan lamentable y sin ninguna oposición, organizaba los congresos federales para entrar y salir bajo palio.

Lo peor de esa etapa más que desmovilizar al Partido, fue hacerlo con el conjunto de la sociedad en la que tenemos que permanentemente apoyarnos, eso nos debe diferenciar de los partidos de derechas que tienen como aliados, a los grandes empresarios-banqueros y sus medios de comunicación, el clero,  los militares, jueces y fiscales.  Incumplimos con lo que estaba establecido en nuestro programa electoral de octubre del 82 “por el cambio” con relación al modelo sindical y hemos perpetuado un sindicalismo obsoleto y débil de  elecciones sindicales y representación a través de comités de empresas y delegados de personal y no como prometimos, que era potenciar sus estructuras mediante las secciones sindicales que propicia la afiliación de los trabajadores como ocurre en la Europa de nuestro entorno. Por no llevar nada de esto a cabo durante todos esos años que estuvimos gobernando, comprobamos que la afiliación a los sindicatos es muy baja, debiendo estos subsistir incluso interesadamente de las subvenciones, cursos muy cuestionados de “formación” con fondos públicos etc..., habiendo originado que la mayoría de sus dirigentes a diferentes niveles, se hayan profesionalizado y que el conjunto del movimiento sindical (para nosotros como más preocupante los sindicatos de “clase”: CC.OO. y fundamentalmente UGT), haya en gran medida perdido su credibilidad, fortaleza y carácter reivindicativo.

Habría que acabar con este modelo y más que la unidad de acción entre CC.OO. y UGT, ambos sindicatos deberían unificarse en una sola central sindical, para  que sea referente del conjunto de la clase trabajadora. 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Aguado Suárez

ANTONIO AGUADO RESEÑA

        

 

MANCHETA FEBRERO22