Ganó Lula
Primera victoria del Fora Bolsonaro, la lucha continúa - por Manuel de la Rosa Hernández *

Este domingo 30 de octubre se celebró en Brasil la segunda vuelta de unas elecciones generales para las que entraban en lisa las candidaturas encabezadas por Lula Da Silva y Jair Bolsonaro. 

En las elecciones presidenciales  del pasado 2 de octubre ningún candidato había obtenido la mayoría cualificada para ganar y así pasaron estos dos candidatos a dirimir quien accedería a la presidencia tras una segunda vuelta. Lula obtiene un 50,9 % de los escrutinios y un apoyo de 60.343.621 votos. Bolsonaro obtiene el 49,1 % y 58.205.351.votos.

Lula gana las elecciones en Brasil este domingo por un estrecho margen y en un escenario difícil, ya que gana las elecciones en Brasil por poco más de un punto. Esto da un respiro para amplias capas populares brasileñas y latinoamericanas. Muy distinto si el resultado hubiera sido otro.

Bolsonaro saca un resultado elevado tras su pésima gestión durante la pandemia y a pesar de su política ultra conservadora, sale reforzado pues subió 6 millones de votos más  y se ha implantado territorialmente. El riesgo latente en todo el país en relación con la aceptación de los resultados por parte de este y los suyos ha estado presente.

Para millones de personas, de movimientos sociales, de la izquierda  era importante sacar a Bolsonaro al frente del país, por eso el Fora Bolsonaro se convirtió en el lema y en el objetivo que los unía. 

Pero no, no era lo mismo quien ganara. Frente al neofascismo bolsonarista ganó Lula. Frente al miedo gana la democracia. En todo caso el nuevo gobierno de Lula va a nacer muy hipotecado por sus alianzas con empresarios y partidos de centro y de derecha pero desde la izquierda, como el PSOL, y los movimientos sociales tienen que seguir manteniendo la calle. Queda un camino complicado, queda continuar organizando al pueblo de izquierdas  en cada rincón de Brasil para defender las libertades y los derechos sociales. 

El apoyo popular a Lula no es un cheque en blanco, sino que debe responder a las aspiraciones de amplias masas trabajadoras, del Movimiento Sin Tierra, de las comunidades indígenas, de las personas empobrecidas de los suburbios de las grandes ciudades.

Ha ganado el Fora Bolsonaro. Ahora toca poner en pie un movimiento popular que empiece a trabajar por un cambio radical en Brasil, que luche por expropiar a los de arriba, por el respeto al medio ambiente y que combata a la ultraderecha con las mejores armas de la izquierda: la movilización social por la redistribución de la riqueza y el protagonismo de la gente de abajo, poniendo las necesidades y reivindicaciones obreras y populares en el centro.

* En La casa de mi tía por gentileza de Manuel de la Rosa