“Ir al cielo no es gratis" - por Ramón Armando León Rodríguez *

Por las calles más transitadas de Las Palmas de Gran Canaria y de Santa Cruz de Tenerife, hay unas personas con unos expositores móviles llenos de publicidad religiosa vendiendo el cielo.

Son, al parecer, Testigos de Jehová o de alguna otra confesión evangélica. Lo raro es que no invitan a nadie a hablar con ellos, esperan como las arañas en su tela para devorar a la víctima mentalmente ofreciéndole una mejor vida en el más allá.

Siempre hay algún incauto que se deja atrapar y cae en esta red religiosa, generalmente son personas que atraviesan un mal momento y buscan en estas sectas religiosas la solución a sus problemas.

Pero ojo, el cielo no es gratis, porque una vez has entrado en ese círculo te van dando gratuitamente unos trípticos explicando las bondades de su religión a través de la Biblia. “Hasta aquí todo te parecerá maravilloso y creerás que ya eres propietario de una parcela en el cielo”.

Pero, insisto. Las parcelas ni en el cielo son gratis.

No tardarán mucho tiempo en pedirte el diezmo, el diezmo es un impuesto del 10%, la décima parte de los haberes de la producción o del comercio que se debía pagar en antiguas repúblicas, monarquías y a la iglesia.

Casi todas las sectas han mantenido este tipo de pago por parte de sus creyentes, aunque les dicen que es una aportación voluntaria, es tanta la presión que terminan pagando o tienen que abandonar la entidad religiosa y con ella su sitio en el cielo.

No soy creyente, pero si lo fuera, hablaría directamente con Jehová.

…¿O no?

* Del  muro en FACEBOOK de Ramón Armando León Rodríguez