Jaque al rey - Agustín J. Arencibia Martín, por miembro de la ejecutiva local de NC en Telde *

El pasado 4 de abril de 2014, el pleno de la ciudad de Telde, a propuesta de Nueva Canarias y con el respaldo casi unánime de toda la corporación, aprobaba una reprobación pública en toda regla al comportamiento político de D. Guillermo Reyes (CIUCA) por, según consta en acta del mismo, haber realizado un  “uso malicioso de la Justicia para su interés personal y partidista”. Hasta los concejales del Partido Popular, partido que aun siendo partícipe de sus prácticas y habiendo compartido gobierno con el señor Reyes en dos ocasiones (casi 7 años), venían a reconocer (más vale tarde que nunca) el daño que a la política local y a la normal convivencia ciudadana en Telde ha generado el citado concejal teldense.

Días atrás, también a instancias de Nueva Canarias y con el mismo apoyo mayoritario del pleno municipal, se articulaba el procedimiento necesario para expulsar de la administración pública local al funcionario D. José Luis Mena, tras quedar probado en dos ocasiones por la Justicia con sentencia condenatoria, que “el citado, había cometido en el ejercicio de sus funciones, gravísimos delitos por los que ha sido condenado a casi 10 años de cárcel”. Cabe recordar que ambos delitos se cometieron siendo concejal de su área D. Guillermo Reyes y que uno de ellos, el de falsificación documental, llevo a un hombre honesto y cabal como Ildefonso Jiménez a tener que abandonar su cargo.

Viene todo esto a colación de unas declaraciones públicas de hace unos días, en donde el concejal reprobado, mezclando como es habitual en él ‘mangos y aguacates’, decía en uno de sus párrafos que “ahora se quiere culpar a los funcionarios” en referencia a Mena (jefe de servicio de Urbanismo en el periodo 2003-2007), para dos líneas más abajo decir que “él fue un concejal de Urbanismo que lo delegaba todo”. Y dos piedras.

Sus declaraciones no tendrían mayor trascendencia para la opinión pública y publicada si no hubiera ocurrido lo que ha ocurrido mientras el PP, Guillermo Reyes y José Luis Mena ‘gobernaban’ en esta ciudad nuestra, tan castigada y desacreditada por actuaciones por todos conocidas. No obstante sí que creo que estas últimas afirmaciones son fiel reflejo de lo que ha supuesto para la política en general la existencia de personajes como él, sólo comparable, por su nivel tristemente caricaturesco, a Jesús Gil o Julián Muñoz en Marbella.

Sinceramente no espero nada nuevo del comportamiento político de D. Guillermo Reyes. Hace tiempo que se retrató y no precisamente para aportar nada bueno a los ciudadanos y contribuyentes de Telde. Eso sí, la actual alcaldesa de la ciudad, que defiende legítimamente su presunción de inocencia en el Caso Faycán, haría bien en defender también su presunción de decencia y anunciar a su electorado desde ya que, en coherencia con la reprobación plenaria ya citada, el partido del que es presidenta no volverá a gobernar más con Guillermo Reyes. Eso o demostrar, una vez más, que tampoco el PP es ‘de confianza’. Por si alguien quisiera deducir de mis palabras, que son de repudio a los políticos que no son precisamente consecuentes con el bien común, un canto de sirena al PP, decirle que ya ha sido puesto de manifiesto por nuestra presidenta, Carmen Hernández y con ella por la ejecutiva local del partido en el que milito que, por muchas más razones, Nueva Canarias tampoco pactará con éste Partido Popular, cuestión que suscribo en su integridad.

Telde tiene que empezar a dar muestras firmes y consecuentes de que quienes han colaborado activamente en la degradación de su imagen y derrumbe de su primera institución, no pueden tener más amparo ni ser considerados socios legítimos en un futuro gobierno de la ciudad. En su camino hacia el ‘banquillo’ deben esperar en una bancada que no vuelva a ser, nunca más, la del Gobierno de esta ciudad. Los votos pueden ayudar a ello en el 2015, pero los partidos que representen esa voluntad también, o la reprobación también será para ellos.

De una vez por todas debemos sacar de la vida pública a quién tanto daño ha causado al bien común, a la convivencia ciudadana y al orgullo de nuestra identidad.

Agustín J. Arencibia Martín

Miembro de la ejecutiva local de NC en Telde

* Publicado con autorización del autor