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sábado, 20 de abril de 2024 03:23h.

Jesucristo y Carlos Marx - por Isidro Fuentes

La política y la economía son como un cuerpo y su sombra, siempre van juntas. La revolución digital ha traido consigo y puesto encima de la mesa una revolución económica que todo lo va a cambiar si o si; a saber: el dinero del futuro, criptodivisa-léase bitcoin- hace que el control sobre la creación y circulación de NUESTRO dinero YA NO RECAIGA EN UNOS CUANTOS BANKSTERS, que es lo que hoy ocurre cuando depositamos nuestro dinero en un banco.

Jesucristo y Carlos Marx - por Isidro Fuentes, Los Realejos *

La política y la economía son como un cuerpo y su sombra, siempre van juntas. La revolución digital ha traido consigo y puesto encima de la mesa una revolución económica que todo lo va a cambiar si o si; a saber: el dinero del futuro, criptodivisa-léase bitcoin- hace que el control sobre la creación y circulación de NUESTRO dinero YA NO RECAIGA EN UNOS CUANTOS BANKSTERS, que es lo que hoy ocurre cuando depositamos nuestro dinero en un banco.

Eso ya no será así, les aseguro que el giro a dar será copernicano.En el futuro próximo, o sea, pasado mañana, el dinero va a ser creado, puesto en circulación y controlado en muchos miles, cientos de miles o tal vez millones de nodos virtuales que se expanderán de manera "democrática" por todo el globo. Dicho con otras palabras, las 'perras' no volverán a estar en manos de un pequeño oligopolio de banqueros, para ser controladas directamente por las manos de Juan español aquí o las de Juan nadie en EEUU. Ellos-los banksters- lo saben y por eso abominan del bitcoin con una mano mientras con la otra tienen a todos sus departamentos invirtiendo y preparando la adopción de la tecnología de la 'cadena de bloques'. O sea, intentan tomar exnovo de la revolución digital la parte que les interesa, la que les ahorra el 99% de los costes; mientras por otro lado pretenden seguir ellos con el decimonónico control sobre la emisión de circulante como ha ocurrido desde hace muchos siglos ... milenios si se quiere.

Pero no vivimos en el año dos mil antes de Cristo, ni estamos en el Renacimiento. Vivimos en el siglo XXI y las cosas han cambiado,¡ vaya si han cambiado¡. La irrupción de la tecnología digital, la aparición de internet y el abanico de nuevos y revolucionarios escenarios que esto implica hacen que el mundo del futuro se vaya a parecer bien poco al que hoy vivimos; como un huevo a una castaña. Tenemos POR PRIMERA VEZ EN NUESTRA HISTORIA, la tecnología para hacer lo que ni siquiera pudieron soñar personajes tan distantes como Jesucristo(me quito el sombrero ante el pasaje en que echa a los mercaderes del Templo), Aristóteles o Carlos Marx. Convertir al dinero en una herramienta y no en un fin en sí mismo. Ahí está la batalla y la madre del cordero...pero la tienen perdida, y como diría Julio Iglesias...¡lo saben¡. Si yo no controlo mi criptodivisa, la que creen los banksters-para seguir chupando nuestro sudor y trabajo- se la pueden meter por el orto.

* En La casa de mi tía por gentileza de Isidro Fuentes