Buscar
sábado, 20 de abril de 2024 01:42h.

La manera de seguir robando - por Isidro Santana León


"Por lo que se ve, el más grande acierto para seguir robando impunemente y con la anuencia inconsciente del pueblo, es hacerle creer que se le saquea por su bienestar y por un devenir seguro.
..."
La manera de seguir robando - por Isidro Santana León
 
Por lo que se ve, el más grande acierto para seguir robando impunemente y con la anuencia inconsciente del pueblo, es hacerle creer que se le saquea por su bienestar y por un devenir seguro. Sin escrúpulos, esta nueva casta, que quiere dirigir el mundo esclavizando a los terrícolas, aprovecha el desconcierto, la incertidumbre, el miedo, la indolencia y la sumisión de éstos, para hacerles entender que la forma más democrática de repartir el dinero de todos es entregárselo altruistamente y a fondo perdido a la minoría corrupta, que alardea de ser mayor de edad y la única autorizada para manejar los “cuartos” o que sin ella se acabaría la existencia.
 
Son las empresas de los brujos, de los adivinos, los echadores de cartas… las que, fructuosamente, se abren camino aprovechando la desesperanza de la gente, deformando el sentido de la realidad para sostener la confianza de sus adeptos en la entelequia y no en la practicidad. Lo mismo ocurre a gran escala y con un efecto globalizador, innovación que hace que los adivinadores y pronosticadores del futuro no salgan de las estafadoras enseñanzas esotéricas sino de las facultades universitarias y de otros medios docentes, y en vez de llamarse tarotistas, alquimistas, astrólogos y más, se llaman economistas, financieros, banqueros etc.; por lo visto, quieren hacer entender que en éstos hay que depositar la confianza y desplazar las ciencias empíricas como la medicina, las exactas como las matemáticas, anular las humanidades y otras, o quebrar las experiencias probadas generación tras generación y que han servido a los pueblos para avanzar, como son la sanidad pública, la enseñanza pública, la apuesta por las energías limpias, la agricultura ecológica y todo lo que escapa de las manos de los especuladores y que estará a resguardo siempre que los estados recuperen su soberanía y los pueblos controlen a sus representantes.

Efectivamente, para que la realidad se afiance sobre las palabras y no sobre los hechos, este ejército, sin sentido de la moral ni de la humanidad, acaba en los consejos de administración de las grandes multinacionales y de los bancos o fieles a su doctrina neoliberal, capitalista, regando el campo de la inanición intelectual y colaborando en sus proyecciones y pronósticos recaudatorios, ordenando la economía del mundo en lo especulativo, lo irreal –lo esotérico–, creándole a los humanos dependencias innecesarias y pánico a zafarse de esa adicción psicológica e inútil o a abandonar el orden establecido.

Últimamente he leído, hasta de persona que no me esperaba o que no había definido claramente sus fines, que esos métodos de poder y control del estado sobre los grupos financieros es ir al subdesarrollo; no obstante, lo ilustra nada menos que con Argentina y su presidenta Cristina de Kirchner, como el ejemplo de lo que no se debe hacer: nacionalizar todos sus recursos, que los administre el estado y que su país no se pliegue a los deseos especulativos del FMI y del Banco Mundial. No se acuerda y parece que no le conmueve el caos de miseria y muerte padecido por la población argentina a causa de todos los cánceres financieros que se metieron en ese país a saquearlo, exprimirlo y abandonar a la población cuando ya no pudieron sacar más sangre de su nación.

¿Esa consecuencia de la rapiñería de los mercados financieros se llama desarrollo? ¡Desarrollo para quién! Pues no sé qué modelo quiere o persigue usted para Canarias. Yo siempre me he manifestado independentista y nunca me he identificado de derecha ni de izquierda, porque hay que cohesionar la sociedad canaria hacia la soberanía nacional y no podemos empantanar más la situación colonial con un discurso estéril que sólo crea la animadversión y el fraccionamiento (además, y me duele decirlo, el pueblo canario no es de nada, ni de izquierda ni de derecha, no tiene cultura ideológica porque está colonizado, y a la vista está que su última inclinación es sólo hacia el fútbol o hacia lo que le echen).

Pero una cosa si tengo clara como independentista: las riquezas de Canarias y las generadas en Canarias, así como todo lo que sea de nuestra jurisdicción, pertenecerá al estado Canario y, por supuesto, a su pueblo. Después trazaremos las líneas de cooperación, sobre todo con África, pero tenga usted claro que conmigo no contará para que las riquezas se las sigan llevando los mercados financieros, ya sea a través del colonialismo español o no.

Los recursos de Canarias serán, ante todo, para el bienestar de toda la sociedad de la nación Canaria y nunca para saqueadores. Eso de que no hay marcha atrás con este sistema globalizador es mentira, para echarlo para atrás hay que empujarlo por delante, simplemente. La forma de gobierno capitalista a la que, mediante la independencia de Canarias, apela alguno, no tiene lógica ni estabilidad, está condenada a desaparecer y cuenta con mi modesta oposición. Todo es cuestión de que las naciones radicalicen su soberanía para controlar los capitales de tránsito y evitar que se concentren en lugares indeterminados fuera de la inspección y el alcance de los productores, pues aquellos no revierten en la naciones, como debería ser, a través de los mecanismos de fiscalización de sus estados, y que fluya la interdependencia nacional donde los capitales para la cooperación y el préstamo sean propiedad de los estados, donde los países pudientes concedan préstamos a bajo coste y con flexibilidad de pago a los más débiles, bordeando, arrinconando y eliminando las estructuras especulativas. 
 
Si la democracia es toda esta mafia financiera, capaz de corromper a los llamados representantes del pueblo, me quedo con la “tiranía” del presidente Chávez o de la presidenta Cristina de Kirchner, a los que así o de populista, les estigmatizan los muy serios y formales ladrones de los países capitalistas como España. Me quedo con la tiranía y el populismo de estos ejemplarizantes mandatarios representantes del pueblo. Es de recordar que el fascista Aznar –tiene hasta apellido de burro– participó, financiando y apoyando, en el golpe de estado en Venezuela, cuando Chávez gobernaba legal y legítimamente; asunto que le tiró a la cara el presidente venezolano a Zapatero en una cumbre de países latinoamericanos, saltando el parásito y etilópata Borbón mandándolo a callar, como si los que allí estaban representando a sus pueblos fueran sus súbditos o vasallos o tal si aquellas todavía fueran sus colonias: un personaje a quien nadie ha elegido sino que se consagró con el golpe de estado del 23F: o monarquía o dictadura militar.

O sea que, sabiendo lo que hay con esta indecente plutocracia, cuando los pueblos no ceden a sus exigencias esclavistas y por dignidad exigen sus derechos, utiliza las fuerzas represivas como método democrático para establecer el orden y la paz, por lo que, para establecer el orden y la paz quebrantado por los abusos del sistema, no queda otro remedio que contestar de la misma manera: acción-reacción.

También en: