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viernes, 19 de abril de 2024 08:52h.

La misoginia de Schopenhauer - por Erasmo Quintana

 

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La misoginia de Schopenhauer - por Erasmo Quintana *

 El Tiempo todo lo cura, aunque dicen los teóricos que el tiempo no existe. Pero también hay quien afirma que sí, que es tangible para los humanos a los que devora lentamente hasta el final de su ciclo vital, haciéndolos madurar intelectualmente, o al menos intentando que cambien el modo de percibir la realidad. No pensamos igual, ni damos el mismo valor a cosas de hace más de cien años -incluso medio siglo- que lo hacemos en pleno siglo XXI. Sin  ir más lejos, en el tema de la mujer. En este campo se ha evolucionado satisfactoriamente.

ortega y gassetSCHOPENHAUERAl antiguo aforismo “El hombre vale por lo que hace, y la mujer por lo que es”, yo le añadiría “y también por lo que hace”, alcanzándose así la igualdad de género. Al voluptuoso filósofo Ortega y Gasset, que divagó con Meditación de la criolla, de La Pampa argentina, contrapongo a otro, Arturo Schopenhauer. Éste, que a su obra titulada “El amor, las mujeres y la muerte” la comienza diciendo que solo el aspecto de la mujer revela que no está destinada ni a los grandes trabajos de la inteligencia ni a los grandes trabajos materiales, aparte de que estamos sin duda frente a un misógino declarado, es también prueba del pobre concepto que se tenía de la mujer. Sigue diciendo que en el fondo de su corazón, la mujer se imagina que los hombres han venido al mundo para ganar dinero y ellas gastarlo.

E LARTE DE LA MISOGINIAEl filósofo alemán Arturo Schopenhauer, nacido en el siglo XVIII y muerto en el XIX, que toda su apuesta filosófica pretende ser  una auténtica “crítica de la razón” reduciéndola a las condiciones del entendimiento humano (irracional), fue sin embargo un pesimista vital y un empedernido misógino. Dice de las mujeres que permanecen toda la vida niños grandes, una especie de intermedio entre el niño y el hombre. Es curioso, pero esta definición de la mujer la hizo suya la Iglesia Católica, pues en mi juventud lo escuché más de una vez a católicos practicantes, pero entonces no conocía yo su procedencia: el filósofo alemán. Es bastante contraproducente que todo un gran pensador y filósofo de  estimado nivel mundial tuviera un criterio tan inhumano sobre el género femenino, por lo que parece que su obra, su aportación a la sabiduría queda bastante empañado conociendo cómo pensaba de la figura que ROUSSEAUcomplementa al hombre y lo cobija en su vida. Sin embargo no es sólo el alemán, también el francés Rousseau lo acompaña cuando afirma que “Las mujeres, en general, no aman ningún arte, no son inteligentes en ninguno y no tienen genio. Basta observar, por ejemplo, lo que ocupa y atrae su atención en un concierto, en la ópera o en la comedia, advertir el descaro con que continúan su cháchara en los lugares más hermosos de las más grandes obras maestras”.

Afortunadamente hoy todo esto pertenece al pasado y son pasos de gigante a la modernidad su causa. Una revista dominguera de tirada nacional viene dando una galería de grandes mujeres, entre las que se encuentran Simone de Beauvoir, filósofa que escribió la biblia del feminismo; Marthe Gautier, que descubrió la causa del síndrome de Down, y a la que un compañero robó su trabajo, presentándolo como propio; Sarah Mather, inventora del periscopio submarino; Nellie Bly, pionera del periodismo de investigación; Katharine Blodgett, inventora del cristal no reflectante, y un largo etcétera, dentro, como digo de una galería muy extensa, lo que tira por tierra el criterio de sesudos cerebros, filósofos y grandes pensadores. Conociéndose este dato, queda sin duda en entredicho buena parte de la obra de estos grandes personajes de la cultura y la civilización. Algo lo mitiga y es que eran hijos de su tiempo, porque si forzamos el razonamiento podremos llegar a la altura de la humanidad de las cavernas y el  troglodita, que blandiendo un buen tronco de madera sobre el hombro cogía a su mujer por la cabellera y la arrastraba por los suelos sin misericordia. De esa época a la nuestra es evidente que la mujer ha evolucionado, equiparándose en todo al hombre.

SIMONE DE BEAUVOIRMARTHE GAUTIERSARAH MATERNELLIE BLYKATHERINE BLODGETT

Simone de Beauvoir, Marthe Gautier, Sarah Mater, Nellie Bly, Katherine Blodggett

 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana

ERASMO QUINTANA RESEÑA

 

 

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