Nacionalistas de cartón-piedra, por Paco Vega
Nacionalistas de cartón-piedra, por Paco Vega
Viendo a la señora Ana Oramas, ahora tan beligerante, en sus intervenciones del Congreso de los Diputados no puedo más que sentir indignación de cómo toma el pelo a los canarios. Es una señora que lleva cuarenta años viviendo de la política.
Ya me gustaría a mi que esta señora defendiese los intereses de Canarias y los canarios, pero no, ella y su partido llevan toda la vida gobernando en Canarias, y hoy Canarias está a la cola de todo lo bueno y a la cabeza de todo lo malo. Algo tendrá que ver su gestión ¿No les parece…? Sin embargo se sube al estrado del Congreso de los Diputados y dice lo que todos quieren oír. ¿Cómo no estar de acuerdo con lo que dice en ocasiones? Denunciando desprecios hacia Canarias y los canarios y Reivindicando deudas históricas. Sin embargo una cosa es predicar y otra muy distinta dar trigo…
Hago seguimiento de la política española desde hace muchos años, y he escuchado a esta señora predicar en Madrid y dar paja -que no trigo- en Canarias. En todos estos años, que son muchos, solamente se ha ocupado de beneficiar a una clase adinerada y ventajista Canaria, mientras decía lo que los canarios querían oír en cada ocasión que tenía un micro delante. Siento una tremenda indignación al comprobar que sigue engañando a muchos canarios, cada vez menos, pero aún son muchos, prueba de ello es ese escaño obtenido en el Congreso de los Diputados. No, defender los intereses canarios no es decir hoy una cosa y votar mañana la contraria. No señor… En este caso, como siempre, la información cobra un valor especial. Una información que los medios de comunicación canarios hurtan permanentemente a los desnortados canarios.
Si, yo también voté en el pasado a Coalición Canaria, y por consiguiente a esta señora. También fui víctima de su discurso falso e hipócrita. Si, me engañaban como a muchos, cuando pensaba que tener una representante de un partido nacionalista canario era una ventaja para reivindicar los problemas de los canarios (pero sin mentiras), y cuando no tenía la información que tengo ahora, ni había podido testar la trayectoria de políticos marrulleros como ella. Han jugado a trileros “y troleros” de lo público. Ahora sin embargo, a los que hemos podido indagar un poco más allá de los titulares, ya no no nos engaña con un discurso preñado de mentiras, de intereses y de odio. Si, de odio; le tiene un odio visceral a la izquierda, odio que no disimula ni en plena crisis sanitaria. La hemos escuchado criticar de “publicitarias” las medidas más sociales que un gobierno ha hecho nunca ante una crisis. Si, porque esta señora es muy de derechas, por si no se habían percatado. Por eso, cuando gobernaba la derecha privatizadora y corrupta, pactaba con ellos y le hacía ojitos, mientras los cerraba -o miraba para otra parte- ante las prospecciones petrolíferas, a la privatización de la sanidad, ante la precarización del empleo y a la mengua de derechos de los trabajadores del sector turístico, los mismos que veían crecer las cifras del paro mientras se batían récords de llegada de turistas a Canarias. También miraban para otro lado cuando los agricultores y ganaderos tenían que abandonar sus explotaciones y tierras, mientras crecían las importaciones y con ellas los beneficios de “los grandes apellidos canarios” vinculados al sector naviero.
En este caso se vuelve a cumplir aquella máxima de: “es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados”.
Si quieren indagar en qué trajines ha estado el partido de la señora Oramas -y sus mariachis- durante todos estos años, pueden visionar este reportaje periodístico del año 2016. No pierdan detalle de las explicaciones de cómo se ha estado beneficiando a la Sanidad Privada en Canarias durante décadas. Y así continúa, aunque ellos ya no estén en el Gobierno...
En esta tierra canaria, contaminada de intereses y corrupción, cuesta mucho que los grandes poderes económicos -en este caso el sanitario- no “marquen el paso” a los gobiernos:
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Paco Vega
