Nada que celebrar - por Blas Padilla Pérez, Miembro de la Dirección Política Estatal de Izquierda Anticapitalista Revolucionaria (IZAR) *

El Estado español, con más del 27% de su población en riesgo de pobreza o exclusión social, supera la media europea, precedida por países como Chipre, Croacia, Grecia, Hungría,  Letonia, Lituania, y Rumanía. Y dentro del Estado español, tenemos la Comunidad Autónoma de Canarias, que con más del 35% de su población en ésta situación solo es superada por Andalucía y Extremadura. Pero la pobreza no es algo maldito que nos cae del “cielo”. La pobreza tiene que ver, y mucho, con la política practicada por los Gobiernos neoliberales, con la complicidad de las Organizaciones políticas reformistas, así como las dos grandes Centrales Sindicales, y con el silencio y falta de activismo de todas aquellas Organizaciones Sindicales llamadas “alternativas”.

Para justificar el “nada que celebrar” podemos hablar del índice de desempleo, los de larga duración, por tramos de edades, por géneros. Podemos hablar de la inversión en sanidad, de las listas de esperas, del trozo de la tarta de las privadas. Como no, también podemos hablar de la Educación, tanto de la infantil, Primarias, Secundaria, del fracaso escolar, de la recogida temprana, de la apertura de los comedores en verano, podemos hablar de nuestras Universidades, de su calidad, sus altas tasas de las matrículas, sus investigaciones, del coste de los libros, de los transportes.  Podemos hablar de los desahucios del mes pasado, de la pensiones de viudedad, de orfandad, por un importa de 326 € mensuales de media. Claro que sí, podemos sacar muchas estadísticas que nos dirá “nada que celebrar”.

Pero todo lo anterior solo serán números, porcentajes, estadísticas comparativas, pero nada más. No se le pone rostros, nombres y apellidos, ni se entra en sus viviendas para enterarnos como viven. Los Gobiernos Municipales nos dicen que ayudan a las familias en el pago de los alquileres, en el de la luz, que ya no se le corta el agua a nadie. Que bien, ya la pobreza es menos pobre, incluso en Cáritas u otras ONG, dan alguna que otras bolsas de comida. ¿Qué más podemos pedir?

Pero esta es la política de ellos, de los profesionales, de los reformistas. La política de la reforma, del pactismo, de la mendicidad.

Ante esta situación, las organizaciones Sindicales mayoritarias, deben iniciar un proceso de potenciar la organización,  de unificar las luchas, de abandonar la política de Pactos Sociales y de Mesas de Concertación, que solo nos ha llevado a la pérdida de derechos adquiridos.

No solo se puede y se debe hablar de las organizaciones mayoritarias, también tenemos a los Sindicatos autodenominados “alternativos”, estos ni están ni se les esperan. Y no es porque tenga poca representación sindical en las empresas,  se trata, de que sus dirigentes no participan de ninguna actividad donde no vayan a sacarse la foto.

Si no hay una unidad sindical, para la acción y para movilizar al movimiento obrero, seguirá ocurriendo lo que siente el inversor y empresario estadounidense Warren Edward, considerado uno de los más grandes inversores del mundo, que dijo en cierta ocasión “esto es una lucha de clase, y de momento vamos ganando nosotros”

Incluso esa expresión de “lucha de clase” nos la han quitado, y nos la han quitado porque hemos renunciado a esa expresión.

La Marcha de la Dignidad que este años se celebra el 27M, en distintas rutas hacia y sobre Madrid, y que aquí, en Canarias, también vamos a salir a las calles, debe ser un buen marco para iniciar unos acuerdos de lucha. De lucha contra la Ley del Suelo, Por la defensa de las Pensiones Pública, la Sanidad y la Educación Pública  gratuita y de calidad. En definitiva en Defensa de lo Público.

Organizar a la clase obrera para las luchas de sus convenios, apoyando a aquellos sectores en lucha como es el caso de la estiba. 

No podemos perder la oportunidad del 27M como el inicio de unos acuerdos sindicales para la unidad de acción y de lucha.

* En La casa de mi tía por gentileza de Blas Padilla Pérez