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martes, 23 de abril de 2024 10:22h.

No nos resignamos, y por eso exigimos - Por Laura Pedernera


Este 12 de Mayo, en todo el mundo, nos manifestamos para denunciar el estado actual de nuestro planeta y exigir la aplicación de otras políticas distintas, destinadas al fomento y promoción del bien común y la felicidad de las personas.

Vivimos en un mundo dominado por fuerzas incapaces de aportar una vida digna a todos los habitantes del planeta, un mundo dónde se nos dice que no hay más alternativa que la pérdida de los derechos adquiridos tras largas luchas.

Hemos llegado a un punto en el que el triunfo se ha asimilado a la pérdida de valores esenciales de la humanidad, como la solidaridad y el apoyo mutuo. Es más, todo aquello que no fomente la competitividad, el egoísmo y la avaricia es presentado como disfuncional. Una ideología inmoral que se ve reforzada por la hegemonía cultural de los grandes medios de comunicación, auténticos instrumentos para crear el consenso necesario alrededor de este sistema injusto e insolidario.

La actual crisis sistémica pone de manifiesto el carácter social y ecológicamente destructivo del capitalismo global. La respuesta a la crisis por parte de las elites económicas y políticas consiste en hacer que su coste lo a paguemos los sectores populares, desmantelando los sistemas de protección social, en el marco de una Unión Europea imperialista y al servicio de las multinacionales y no de los pueblos.

Los gobiernos siguen sin atender las demandas de la población, sometidos a la dictadura de la banca y de los mercados financieros, y a partir de junio nuestras movilizaciones no violentas podrán ser criminalizadas por ley.

Pero no nos hemos quedado callados. Hemos despertado nuestras conciencias, y estas se han sumado a una ola de conciencia colectiva que está iluminando el planeta de una punta a otra. Desde Túnez a Reijkiavik, desde España a Nueva York y Bruselas, los pueblos del mundo se han alzado, en la Primavera Árabe, en la dignidad islandesa, en la indignación del 15M o la Ocupación de Wall Street..

Todos unidos hemos denunciado el estado actual del mundo. Nuestro esfuerzo ha servido para decir basta ya a escala mundial, para no aceptar pasivamente esta herencia envenenada. Hemos comenzado a forzar cambios, aún nacientes, y en los que debemos seguir avanzando. Ahora más que nunca, cambiar el mundo de base es una necesidad ineludible.

Es por ello, que nosotros, mujeres y hombres, habitantes de este planeta, hemos decidido libre y fraternalmente hacer oír otra vez nuestra voz.

Este 12 de Mayo, en todo el mundo, nos manifestamos para denunciar el estado actual de nuestro planeta y exigir la aplicación de otras políticas distintas, destinadas al fomento y promoción del bien común y la felicidad de las personas.

 No nos resignamos, y por eso exigimos:

 Una economía al servicio del bienestar general y del sostén y cuidado del medio ambiente, no del beneficio privado. El trabajo debe de ser valorado y recompensado por su utilidad social, no por su productividad comercial o financiera.

 Para alcanzar esos objetivos, consideramos que la economía debe de ser gestionada democráticamente, del nivel local al global, arrebatando el control de las variables fundamentales de la misma a las instituciones financieras, transnacionales, y sus lobbies.

 Al mismo tiempo, pensamos que los sistemas políticos deben ser plenamente democráticos. Reclamamos por tanto la completa democratización de las instituciones internacionales, eliminando el poder de veto de unos pocos países. Queremos un sistema político que represente la variedad y diversidad de nuestras sociedades.

 Salimos a la calle y nos manifestamos por nuestro futuro, porque juntas y juntos podemos.

 Te invitamos a continuar viviendo una tarde en la que podrás participar, informarte e identificarte con las reivindicaciones que las diferentes mareas de colores recogen:

 MAREA ROJA: por un trabajo digno y un no rotundo a la reforma laboral.

 MAREA NARANJA: por los derechos sociales, la dación de pagos para hipotecas, el derecho a la vivienda y el rescate de las personas y no de la banca privada.

 MAREA BLANCA: por una sanidad pública, gratuita, universal y de calidad.

 MAREA NEGRA: a favor de un cambio global y por una ecología integral, por las energías renovables, por una reforma agrícola, por la soberanía alimentaria y en contra del maltrato animal.

 MAREA VIOLETA: por la igualdad de género y de los derechos de los colectivos LGTBI, y un no rotundo a la discriminación.

 MAREA VERDE: por una educación pública, gratuita y de calidad.

 MAREA AMARILLA: por una cultura accesible para todas y todos, y la libertad de expresión en los medios de comunicación.

 MAREA FUSCIA: a favor de un proceso constituyente que conduzca a la elaboración de una nueva constitución democrática, adaptada a las necesidades actuales y en la cual el poder constituyente residente en el pueblo se materialice.

 Porque no queremos dejar de ser personas. No somos números, somos hombres y mujeres libres.

 Por la Primavera de los pueblos.

Por la democracia y la justicia social a nivel global.

 LA IGUALDAD DE DERECHOS LA RECUPERAMOS EN LAS CALLES