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jueves, 25 de abril de 2024 15:33h.

No olvidemos a Jean Jaurés (en el centenario de su asesinato), Francisco Lezcano

En el Café del Croissant, calle Montmatre, numero 142, Paris, JeanJaurés fue asesinado por Raoul Villain, que se declara no pertenecer a partido político, pero que juzgaba a Jean Jaurés un enemigo de Francia, como lo consideraba la prensa de extrema derecha y lo tenía sentenciado.

No olvidemos a Jean Jaurés (en el centenario de su asesinato), Francisco Lezcano

            En el Café del Croissant, calle Montmatre, numero 142, Paris, JeanJaurés fue asesinado por Raoul Villain, que se declara no pertenecer a partido político, pero que juzgaba a Jean Jaurés un enemigo de Francia, como lo consideraba la prensa de extrema derecha y lo tenía sentenciado. Raoul Villain con su wester del calibre 22 le disparó en plena cabeza. Muerte instantánea. El gran poeta Charles Péguy, que de la izquierda viró a un integrismo católico, recomendaba el fusilamiento del “traidor por esencia”. Deseo siniestro cumplido. ¿Y cual era el delito? Combatir por la paz y la “raza humana”, enfrentarse a los propósitos militaristas de las potencias europeas. Su obsesión, conjurar el espectro de la guerra, luchar por una sociedad más justa y más humana, un régimen de concordia, de unidad. Desde 1895 a 1914 Jean Jaurés no cesa. Su fama sobrepasa las fronteras:

           Vuestra sociedad violenta y caótica incluso cuando quiere la paz, incluso cuando está en reposo, porta la guerra como la nube apacible porta la tormenta.

           Jean Jaurés, caricaturizado por el odio los nacionalistas en agente alemán, no obstante la ceguera evidente de su entorno y la sin razón, prosigue con su apasionado antibelicismo y denuncia con vehemente lucidez los efectos catastróficos de la guerra que tronaba en el horizonte como una tormenta. Fue fundador de la sección francesa de la Internacional Obrera, que unificaba todas las corrientes socialistas. Denunció la Alemania del Kaiser, los contubernios militares, capitalistas, clericales. De todo esto hace cien años. El horror de la primera guerra nadie pudo pararlo, ni de la segunda. Otros pacifistas han sido asesinados. Pero, a pesar de los pesares, no cejemos, no olvidemos a los héroes de la paz.

Francisco Lezcano Lezcano

Julio 2014 -Francia